La verdad es que al principio todo en el mundo, no nada más las cebras, era en blanco y negro.
El crepúsculo era en blanco y negro, lo mismo que el amanecer.
El arco iris era en blanco y negro.
Las flores también eran en blanco y negro.
Un día las cosas cambiaron, y se volvieron de colores. (Claro, con excepción de las cebras, que siguieron siendo en blanco y negro).
Entonces el crepúsculo y el amanecer se pintaron de rosicler y púrpura, y el arco iris tuvo todos los colores del iris, y las flores lucieron tonos que nadie jamás había visto.
El Espíritu le preguntó al Creador, emocionado:
-¿Por qué hiciste eso?
Respondió el Señor:
-Es que alguna vez los hombres inventarán algo que se llama "Technicolor", y no puedo dejar que se me adelanten.
¡Hasta mañana!...