De agosto de 2016 (mes previo a la instalación del actual Gobierno Municipal) a enero de 2018, los casos denunciados de robo se incrementaron en la capital un 26 por ciento; además, esta ciudad y sus poblados pasaron de aportar al estado el 62% de dicho delito, a representarle el 70%.
Incluso el delito de robo, en el estado, muestra un comportamiento a la baja si de las mediciones se excluye al municipio de Durango. En suma, la incidencia en las 38 demarcaciones restantes, se redujo 9 por ciento; tomarlo en cuenta, por el contrario, provoca que el estado crezca 13 por ciento en las denuncias por atraco.
Sin embargo, de acuerdo a lo expuesto ayer por la directora municipal de Seguridad Pública, Cecilia Soto Mendoza, el único indicador para el que la dependencia trabaja es el expuesto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que en diciembre ubicó a esta ciudad como la quinta con mejor percepción de seguridad. "Mientras el Inegi hable de que la percepción en seguridad es alta, no me interesa lo demás", dijo.
Pero además, afirmó que la dependencia que coordina está haciendo bien su trabajo, y culpó a otras instancias de la prevalencia de dicho delito en las calles: "hacemos detenciones de personas que roban y los detenemos en flagrancia pero pronto los sueltan", acotó.
Advirtió, de igual forma, que los robos jamás se acabarán: "es culpa de la economía y de los bajos salarios de la gente, nosotros estamos haciendo bien nuestro trabajo".
Pero además, culpó a los medios de comunicación de provocar alarma entre la ciudadanía: "no deben de alarmar a la gente denunciando robo y robo".
Incluso el subdirector de Vialidad, Abel Fermán, la respaldó: "así como se prohibía señalar en los medios de comunicación los casos de suicidio para evitar que otros hagan lo mismo, así debería de evitar hablar de robos en medios de comunicación para evitar que otros roben, y en vez de ser críticos es mejor aportar".