Ven reto en renegociar el TLCAN a favor de México

Uno de los sectores que ha presentado mayor complejidad en la negociación inicial y actual del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido el agropecuario, debido a su sensibilidad económica y política, así como por las grandes asimetrías con Estados Unidos y Canadá en dimensión, competitividad natural en algunos productos y, también, en los subsidios a los productores de esos países, señaló Roberto Delgado Gallegos, especialista en el sector agropecuario.

A lo largo de los últimos 22 años, añadió el experto, México le ha apostado todo al TLCAN, impulsando la exportación de productos en los cuales somos competitivos como el aguacate, tequila y, algunas frutas y hortalizas; "y nos hemos olvidado de crear infraestructura y tecnología, para elevar la productividad y rentabilidad de alimentos básicos y estratégicos para la autosuficiencia alimentaria de nuestro país".

Delgado Gallegos resaltó que es claro que los beneficios del TLCAN solo han favorecido a pequeños sectores productivos, y se ha excluido a miles de productores que no han podido competir con los socios de Estados Unidos y Canadá, debido a la falta de organización económica, acceso a mejores tecnologías, acceso al sistema financiero y vinculación a los mercados.

Por estas razones, enfatizó el entrevistado, ha crecido tanto la pobreza y la emigración en el medio rural. Es necesario, entonces, un nuevo modelo de desarrollo con responsabilidad e inclusión social, puntualizó.

Mientras no se erradique la distorsión y corrupción en la aplicación de los recursos financieros destinados al campo, difícilmente se podrá cambiar el rostro del campo mexicano, advirtió el informante.

No olvidemos, dijo, que actualmente el 85 por ciento del presupuesto al sector agroalimentario se destina al 15 por ciento de los productores y viceversa. Es triste reconocer, complementó, que actualmente más del 80 por ciento del arroz que se consume en México en México es importado, así como el 35 por ciento del maíz, 65 por ciento de trigo, y casi el 40 por ciento de la carne de cerdo.