Las más vulnerables

La brecha de desigualdad económica es tan pronunciada que mantiene al uno por ciento de la población mundial con una riqueza proporcional a la que tiene el resto de la población, situación que deja en mayor desventaja a las mujeres ya que, según datos de organizaciones internacionales, los ricos del mundo son mayoritariamente hombres.

De ahí que, de acuerdo a organismos como Oxfam, la desigualdad económica y la desigualdad de género deben abordarse conjuntamente.

En el ámbito local es evidente que las mujeres están en mayor desventaja ya que no sólo ganan menos por trabajo igual que los hombres, en varios sectores, sino que además se enfrentan a mayor dificultad para acceder a un empleo formal que les brinde las condiciones dignas para desarrollarse laboralmente y, a la vez, no descuidar a sus hijos.

Y es que, muchas de estas mujeres son también jefas de familia debido a la migración que se registra, sobre todo, en la zona rural o por la negativa de algunos hombres a cumplir con la obligación que tienen de sostener a sus hijos.

Por si fuera poco, las mujeres en muchas ocasiones deben cumplir con dobles y hasta triples jornadas laborales ya que, además de salir a trabajar para ganarse el sustento, llegan a sus casas a realizar las labores del hogar que en México no se valora por lo que no es remunerado.