La FEUD y sus millones, en el centro de la discordia
Con el Edificio Central tomado por un grupo de estudiantes que exigen la renuncia de Favián García Arrieta de la Federación Estudiantil Universitaria de Durango (FEUD), los problemas de gobernabilidad se agravan y amenazan con desbordarse.
Hoy la propia directiva de la FEUD se ha partido en dos grandes bloques: uno que apoya la gestión de Favián como Presidente del periodo 2016-2019, y otro que en su momento lo apoyó en el más reciente proceso electoral, y que ahora quiere derrocarlo.
La comunidad universitaria, mientras tanto, solo se convierte en testigo y rehén de las ambiciones de estos dos grupos, pues en medio del conflicto ya salió a relucir el peine: pelean por el control de una organización estudiantil que administra más de 1 millón de pesos tan solo en cinco meses.
Ayer, uno de los grupos protagonistas de este conflicto que inunda cada vez más espacios en medios de comunicación y redes sociales, hizo un video de denuncia para desconocer a Favián García como Presidente, acusándolo de hacer mal uso de los recursos que ha recibido de enero a mayo del presente año.
Ese mismo grupo es el que ha estado cuestionando los últimos procesos estudiantiles por la supuesta intervención de Favián y su equipo en la renovación de sociedades de alumnos de las principales escuelas y facultades de la UJED, entre ellas FECA y Famen.
Algunos con carteras como Vicepresidente, Tesorero y Oficial Mayor del actual Comité Ejecutivo de la FEUD 2016-2019, todos los que aparecen en el video de denuncia contra Favián coinciden que éste ha incurrido en malos manejos de los recursos que recibe la Federación como subsidio (no aclaran el origen).
Y usted, estimado lector, podría preguntarse ¿qué tan atractivo sería dirigir la FEUD? ¿O por qué tanta pasión en la disputa por el control de la Federación Estudiantil? Pues déjeme decirle que al parecer sigue siendo un cargo muy jugoso, con mucho dinero de por medio.
Mire, según el dicho del Oficial Mayor de la FEUD, Noé Alejandro Zúñiga, quien incluso mostró pruebas financieras, en enero de 2018 llegó un depósito por 370 mil pesos; en febrero, 221 mil 900 pesos; en marzo, 388 mil 299 pesos; en abril 125 mil 300 pesos, y en mayo, 141 mil 600 pesos.
Luego, en respuesta a estas acusaciones, el Presidente de la Federación Universitaria hizo su propia rueda de prensa para contestar los señalamientos en su contra, ante lo cual se limitó a negar malos manejos y explicó que el fondo detrás de sus rivales es político.
Dijo que sus antiguos compañeros de planilla y actuales contrincantes son gente del pasado régimen político, militantes del sexenio priista que concluyó en 2016, razón por la cual lo agreden -dijo-, pues pretenden recuperar el control de la Universidad Juárez con el apoyo de autoridades de Rectoría.
El discurso político, sin embargo, no exime a Favián García Arrieta de una probable línea de revisión a fondo en las finanzas de la FEUD, ya que su propia gente de las carteras de Tesorería lo señalan de pretender simular por ejemplo la compra de 2 mil chamarras con una inversión cercana a los 400 mil pesos.
Y es que, es el propio Tesorero de la Federación quien admite el tipo de operación que pretendían hacer a principios de año: supuestamente comprarían la maquila de las 2 mil chamarras a una fábrica que no estaba dada de alta en el SAT, ante lo cual el propio Tesorero de FEUD prestaría la factura del negocio de su familia para justificar el desembolso, pero al ver que no se adquiría en realidad ninguna chamarra habría decidido cancelar las facturas y exhibir el intento de tranza.
Cosas como esas son las que están de por medio en el debate de los estudiantes universitarios en estos últimos días, como si fuera tan bueno el nivel académico de la Máxima Casa de Estudios de Durango; como si la ubicación de la UJED en el ranking nacional fuera digno de halagos; como si ventilar tanto trapo sucio fuera de casa fuera motivo de orgullo.
¿Quién está detrás del conflicto universitario? Sería especulativo saber a plenitud, pero es obvio que los partidos políticos y los dos principales grupos de poder en el Estado y Municipio de Durango están luchando por controlar a una Federación que, al parecer, jamás será una verdadera institución de representación de los alumnos.