Una prueba de fuego para Andrés Manuel
Estamos a pocos días de que concluya la etapa de campañas del proceso electoral en México. En el plano de la elección presidencial, más allá de las encuestas ha sido el propio clamor de la sociedad el que ha definido el rumbo de las preferencias, por lo que es indiscutible el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
Tal como lo hemos venido refiriendo en anteriores entregas de este espacio de opinión, sin duda el discurso anti corrupción del tabasqueño ha sido el detonante que ha propiciado el que millones de mexicanos, hartos de este lastre, vean en López Obrador la alternativa más viable de un cambio efectivo que tanta falta le hace a nuestro país.
Hoy por hoy el candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia" se ha mantenido en el ánimo del electorado, aunque ello lamentablemente, ha cobijado y arrastrado también con él a muchos candidatos que en su momento fueron militantes de otros partidos y que vieron en el proyecto de AMLO, una tabla de salvación para seguir viviendo de lo único que han sabido hacer: vivir de la política.
El caso de Durango es muy particular aunque en otros Estados la cosa no es distinta. No ponemos en tela de juicio el que muchos ciudadanos de manera desinteresada y cansados de la corrupción estén apoyando a López Obrador, sin embargo dentro de la propia estructura de MORENA y el PT en esta entidad, se incrustaron personajes plenamente identificados con los partidos que tanto ha señalado el Peje como el PRIAN o la mafia del poder.
Otro punch certero dentro del mensaje proselitista de Andrés Manuel ha sido el de la reducción de sueldos de los servidores públicos, asegurando que de llegar a ser presidente de México sería él mismo, quien pondría el ejemplo disminuyendo el suyo hasta menos de la mitad de lo que actualmente gana un primer mandatario de esta nación.
A partir de ahí en la escala de poder, todos los funcionarios tendrían que hacer lo propio según el mensaje del todavía candidato y de llegar, no dudo que esto pueda ocurrir; sin embargo, ante tan cuestionables perfiles que podrían ocupar diferentes cargos, sería muy probable que estos busquen la manera de obtener lo que les quiten de sus sueldos y muchos, pero muchos recursos más, de la única forma que lo han sabido hacer: robando.
Es justamente ahí, donde Andrés Manuel López Obrador tendrá su gran prueba de fuego como presidente de la República. Estará por verse si el combate a la corrupción no quedará en el mero discurso y si actúa con mano dura, incluso en contra de quienes traicionen prostituyendo la palabra de quien les dio su voto de confianza.
Aquí en Durango hay muchos que con largas uñas se aferraron al proyecto lopezobradorista; muchos que seguramente al obtener su hueso estarán rascándole buscando sacarle hasta la médula; muchos que seguramente estarán dándonos la nota y a los que como sociedad les estaremos vigilando muy de cerca.
Twitter: @Vic_Montenegro