Rinden homenaje a docente por 60 años de trayectoria profesional
Se rindió un homenaje al profesor Darío Valenzuela Luna por 60 años de carrera magisterial, lo anterior en una emotiva ceremonia organizada por el Departamento de Educación de la Presidencia Municipal y contando con la participación de la Subsecretaría de Educación en La Laguna de Durango y la Sección 44 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Dicho evento se desarrolló en el teatro Alberto M. Alvarado, donde se dieron cita alumnos de diversos planteles educativos, padres de familia, autoridades educativas e integrantes del sindicato de maestros para reconocer en vida la entrega y compromiso del profesor Darío Valenzuela como docente, sindicalista y político.
El secretario del Ayuntamiento, Ángel Francisco Rey Guevara, acudió a este evento con la representación de la alcaldesa Leticia Herrera Ale, así como el subsecretario de Educación en La Laguna de Durango, Cuitláhuac Valdés Gutiérrez, además de la familia del homenajeado, oriundo de Nazas, Durango.
Previo a la entrega de sendos reconocimientos por escrito a su trayectoria por parte del Municipio y del SNTE, se celebraron honores a la Bandera con la participación de la banda de guerra y escolta del Instituto Gómez Palacio, para enseguida dar parte a la presentación de la Banda de Música de esa misma institución educativa, en la que Darío Valenzuela también impartió clases.
Luego se emitieron discursos de parte de ex alumnos y de la hija de Valenzuela Luna, quienes elogiaron su calidad humana, profesionalismo y trayectoria profesional, lo que dejó una huella imborrable en muchas generaciones, según señalaron.
Antes de concluir, y en respuesta a dicho homenaje, al hacer uso de la palabra, quien hasta la fecha forma parte del grupo Unidos por Gómez Palacio A.C. y que preside el comité del museo Recinto de la Revolución Mexicana, agradeció este gesto y planteó lo difícil que resulta contener las emociones que le provocaban estas muestras de afecto, por lo que optó por agradecer en el umbral de su vejez y afirmar como el labriego: "Seguiré sembrando, siempre sembrando", lo que le valió un prolongado aplauso de pie por parte de todos los presentes.