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¿Qué Sabes Sin Lugar a Dudas?

JORGE RAMOS

JORGE RAMOS

La pregunta viene de un incidente que le ocurrió a Oprah Winfrey - la empresaria, la periodista, la actriz, la líder, la inspiradora. Cuenta que en una entrevista le preguntaron: "¿Qué sabes sin lugar a dudas?" Y dice que no supo qué contestar. Sí, le insistieron ¿qué sabes sobre la vida? Oprah transformó su duda en un momento para aprender algo y luego escribió un libro al respecto (que se convirtió en "best-seller").

No se preocupen. Si leen esta columna no tienen que ir a terapia ni hacer una lista de sus momentos más felices. Es algo más concreto. Solo estaba pensando en las tres cosas que doy por un hecho en mi vida en Estados Unidos. Y concluí esto: una, cómo la tecnología y las redes sociales dominan nuestra interacción con otras personas; dos, cómo este país y el mundo se están convirtiendo en sitios cada vez más diversos y multiculturales; y tres, cómo el cambio climático está fuera de control y afectando gravemente el lugar donde vivimos.

Les cuento. Esta semana lanzamos (junto a Univision) un nuevo proyecto para hacer noticias en Facebook. Por supuesto, sigo haciendo un noticiero por televisión. Pero este es un esfuerzo para captar a los más jóvenes, a los que ya ni siquiera tienen televisor y a los que prefieren recibir sus noticias a través de las redes sociales. No me queda la menor duda que hay una gigantesca migración de ojos de las pantallas grandes a las más pequeñas. Y la prueba es que es mucho más probable que estés leyendo esto en un celular o en una tableta electrónica que en papel.

No estoy solo en este experimento digital. Hay varias organizaciones, como CNN y ABC News, que también están creando programas de noticias que solo se pueden ver por la nueva plataforma de Facebook Watch. En una era de "fake news" y de tantos ataques a la prensa, es esencial que haya un periodismo independiente y creíble en las redes sociales. Además, es mucho más fácil acercarse a la gente y a la vida real con un celular que con cámaras, luces, sistemas de sonido y un equipo de grabación.

Con este proyecto, creo, estamos rascando el futuro. Esto no significa que los noticieros por televisión van a desaparecer. Pero resulta cada vez más difícil pedirle al televidente que haga una cita contigo cada noche para saber qué pasa en el mundo. Para no ser dinosaurios televisivos en peligro de extinción, hay que ir a donde está la audiencia.

Y esto me lleva al segundo punto. Me la he pasado viajando por todo Estados Unidos en los últimos dos meses y me he encontrado un país extraordinariamente diverso y en un imparable proceso de cambio. Es una verdadera revolución demográfica.

En menos de tres décadas los blancos dejarán de ser mayoría y todos seremos parte de una minoría. Nos está pasando como a esas personas que se mandan hacer un análisis genético de ADN, creyendo que son de una sola raza, y al llegarles el resultado se dan cuenta que son de muchos grupos étnicos. Bueno, Estados Unidos acaba de abrir el sobre y tiene cara de asustado.

Pero el cambio es irreversible. Poco después de que Donald Trump anunciara su candidatura, más de la mitad de todos los bebés menores de un año ya eran miembros de una minoría.

Algo parecido ocurre en el resto del mundo. Ya somos más de 250 millones de inmigrantes. La globalización, la internet, el comercio internacional y las fronteras cada vez más porosas han convertido al planeta en un maravilloso concierto de razas, colores, acentos y mezclas. Nadie parece ser de un solo lugar ni tener un solo origen. Somos uno y muchos. Como los alebrijes.

El tercer asunto que nos afecta a todos es el cambio climático. A donde viajo veo las consecuencias de un planeta que se calienta. Los climas extremos son lo cotidiano. Acabo de regresar de una playa en el Caribe mexicano y había partes en las que no me podía meter al mar debido a las toneladas de sargazos que estaban flotando.

Cerca de mi casa en Miami las inundaciones son cada vez más frecuentes, al igual que los fuegos en pleno verano en California. Y muchas veces me pregunto si, como grupo, los humanos hemos pasado ya del punto de no retorno. Volver a enfriar los polos suena a misión titánica y de superhéroes.

Estas son las tres cosas que sé.

Gracias Oprah.

Escrito en: Jorge Ramos cada, solo, cambio, lugar

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