Emergencia por caminos
El derrumbe que se presentó este miércoles en la carretera que comunica a Durango con Nayarit es producto del deterioro de las vías y se suma al grave problema de conectividad que enfrenta la región.
Ventura Adame Aguilar, secretario del Ayuntamiento en el municipio de Mezquital, denunció el deterioro de las carreteras en el municipio, particularmente de la que conduce a la capital con Tepic, en el estado de Nayarit.
Explicó que la situación geográfia del municipio propicia el desplazamiento de tierra y rocas durante la temporada de lluvias, lo que ha provocado que de manera paulatina las cunetas, que sirven de drenaje a las carreteras, se haya obstruido.
"No es que alguien haya hecho mal las cosas, pero se han venido deteriorando, podemos decir que necesitan (los caminos) una atención, una rehabilitación por parte de los gobiernos (Municipal, Estatal y Federal)".
CULPA DE LA GEOGRAFÍA
Otra de las vías que requiere atención urgente es la que comunica de la cabecera municipal a la comunidad de Charcos.
Las lluvias de los últimos días provocaron un derrumbe cerca del kilómetro 30, a la altura de la comunidad de Las Ventanas que aún no ha sido liberado.
El Gobierno Municipal ha detectado, además, desplazamiento de tierra que requiere la movilización de máquinaria pesada en otros puntos de la carretera Durango-Nayarit.
Los puntos referidos por el Secretario del Ayuntamiento son la bajada de Temoaya y el puente Guamúchil, en la comunidad de La Candelaria, además de los parajes de Duraznitos hasta La Estancia, destacó.
"Podríamos decir que es la situación geográfica, definitivamente porque las aguas torrenciales son por momentos muy abundantes y tapan las cunetas o brincan a la carretera y es como se han venido deteriorando", explicó.
El riesgo, dijo, es que si las lluvias continúan los daños serán mayores y el número de personas afectadas también habrá de incrementarse por lo que será necesario apoyar al Municipio.
VÍCTIMAS MORTALES
Por su parte, Miguel Tamayo, director de Obras Públicas de ese municipio, narró que este miércoles por la mañana se tuvo conocimiento de la interrupción en la circulación de vehículos hacia la zona baja del municipio.
"Lo verificamos y ahí sobre el mismo camino nos topamos con algunos camiones de pasajeros que venían de regreso de la zona baja y nos dijeron que había un socavón".
Este se localiza en el kilómetro 45 de la carretera a Huazamota, bajando el entronque a Chalchihuitillo.
El funcionario explicó que el corte en la carpeta asfáltica no es al 100 por ciento; la únión se mantiene en alrededor de tres metros, pero debido al reblandecimiento que provoca la humedad, se dio la instrucción de evitar la circulación vehicular.
El problema, dijo, es que ha seguido lloviendo en la región y ello provoca que la tierra debajo de lo que queda de la carpeta asfáltica siga desplazándose.
El funcionario municipal apuntó que, para ambas vías, tanto la que conduce a la comunidad de Charcos, como la que conecta con Huazamota, se ha solicitado la intervención de las autoridades estatal y federal desde el inicio de la administración municipal, debido al mal estado que guardan.
Sin embargo, no ha habido respuesta, por lo que consideran que este socavón es una llamada de atención para las autoridades de los tres niveles.
"El año pasado estuvieron trabajando algunas empresas en algunos tramos pero seguimos teniendo el mismo problema".
Una de las zonas críticas es el punto denominado la bajada de Temoaya, debido a que desde el kilómetro 30 hasta el 80 se encuentra dañado en forma significativa.
Afirmó que esta vía ya ha cobrado víctimas; hace un mes se presentó un accidente a la altura del puente Guamúchil.
Dos camionetas chocaron de frente debido a que los derrumbes han estrechado la vía y el saldo fue de una bebé fallecida.
SIN FECHA
Sobre el socavón que se abrió en el kilómetro 144 más 272, que tiene cinco metros de ancho, seis de profundidad y 10 de largo aún no se tiene una fecha estimada para que se restablezca la circulación.
La causa preliminar del incidente se atribuye al colapso del suelo debido a que la superficie absorbió cantidades importantes de agua durante un periodo corto de tiempo debido a que el drenaje de la obra,situada en un terraplén de 35 metros, estaba colapsado.
El titular de Obras Públicas estima que esto afecta la conectividad para entre 30 y 40 comunidades, lo que significa que entre dos mil y dos mil 500 habitantes del municipio no tienen paso.
Entre las comunidades afectadas se cuentan Muruata, El Chalate II, Picachos, Mesa de los Bancos, Las Espinas, Chimaltita, Los Potreros, La Estancia, Agua Fría, San Antonio de Padua, Brasiles, Huazamota, San Lucas de Jalpa, Maipura, Las Pilas, Tepetates y Cofradía, entre otras.
Existe una vía alterna pero este paso significa ir a dar la vuelta hasta la comunidad de Canoas, lo que incrementa el tiempo de recorrido entre ocho y nueve horas.
El funcionario resaltó que debido a que la población de esta región tiene la opción de adquirir alimentos en el estado de Nayarit, el Gobierno Municipal no considera que exista un problema de desabasto pero el resto de los programas podrían verse afectados, así como los proyectos que se desarrollan en la zona por distintas dependencias.
Sin embargo, "al tener una emergencia en zona baja tendríamos que utilizar algún otro medio de comunicación para poder atenderlo, tendría que ser vía aérea".
Gabriela Hernández, diputada del distrito XV, afirmó que los problemas que se han presentado en los últimos días en la región son apenas una muestra para las autoridades de la necesidad de invertir en la rehabilitación de las vías.
Sobre todo porque no solo se compromete la conectividad de las personas que viven en el municipio, sino también su seguridad, debido a que se incrementa la posibilidad de un accidente al momento de transitar por el municipio.