Breves comentarios sobre el libro Creadores de Hits
Walt Disney (1901-1966) es el máximo ganador de premios Oscar con 26 estatuillas (y también es quien más nominaciones ha recibido con 59). En un distante segundo lugar se ubica el director de arte Cedric Gibbons con 11 estandartes de la Academia.
El creador de Mickey Mouse fue un artista y emprendedor visionario que fundó una compañía que en 2012 adquirió por 4 billones de dólares Lucasfilm (y todo lo que implica la franquicia de La Guerra De Las Galaxias) y este año compró la 21st Century Fox en $71.3 billones de dólares. Pero Derek Thompson en su libro Creadores de Hits nos recuerda que "para pasar de artista a imperio durante la Gran Depresión, Walt Disney necesitaba de un socio heroico y lo encontró en Kay Kamen".
Herman Samuel Kominetzky (1892-1949), mejor conocido como Kay, había fundado una firma de mercadotecnia en Kansas City especializada en desarrollar productos basados en películas y en 1932 al ver un film con Mickey se dio cuenta del potencial que tenía el ratón de convertirse en una estrella fuera de las salas de cine.
Los hermanos Roy y Walt Disney entablaron comunicación a distancia con él y cuarenta y ocho horas después se reunieron personalmente en sus oficinas de California. Antes de tomar el tren que tardaría dos días de Kansas City a Los Angeles, Kay se dirigió al banco a retirar el dinero que tenía ahorrado y procedió a coser todos los billetes a su saco. Cuando se encontró frente a los hermanos Disney les dijo: "Permítanme vender su ratón de caricatura". Esparció el dinero que llevaba consigo, se los ofreció y les prometió un cincuenta por ciento de los ingresos que él generaría con los derechos de mercadotecnia de los productos Disney. Los convenció y firmaron un contrato donde él sería el único responsable para la comercialización de los personajes a nivel mundial por los próximos veinte años.
"El concepto de Kamen fue simple: Hollywood pensaba que los juguetes servían de publicidad para las películas, pero Hollywood estaba equivocado, lo opuesto era lo acertado: las cintas eran el episodio piloto, el futuro estaba totalmente fuera de las salas de cine, estaba en la parafernalia, en las tiendas", escribió Thompson.
Las ventas anuales de la comercialización de Disney subieron de 300 mil dólares en 1930 a 35 millones de dólares para 1935.
En 1948 superaron los 100 millones de dólares. Uno de los aciertos más destacados de Kamen fue el reloj de pulsera de Mickey Mouse que debutó en la Feria Mundial de Chicago en 1933. La economía norteamericana se había contraído a un tercio a finales de los veinte y el desempleo rondaba el veinte por ciento. Aun así el éxito del reloj fue instantáneo y asombroso. No solo rescató de la quiebra a la compañía que lo fabricaba sino que tuvo que incrementar el número de sus trabajadores de 300 a 1000 para dar respuesta a la enorme demanda del producto.
La tienda Macy´s de Nueva York llegó a vender once mil relojes en un solo día. En dos años Disney vendió más de dos millones de relojes. Este fue durante mucho tiempo el más grande éxito financiero en la historia de la compañía.
El imperio de fantasía que Kamen les dio, les permitió filmar el primer largometraje animado en la historia del cine: 'Blanca Nieves y los 7 enanos'. La recepción de la cinta fue estupenda artísticamente hablando y su banda sonora se convertiría en la más vendida hasta la fecha. En los primeros dos meses después del estreno en 1938 Disney recaudó dos millones de dólares en ventas de juguetes, más de lo que la cinta misma había recaudado en todo un año. Las películas inspiraban los juguetes y los juguetes pagaban las películas.
Disney y Hollywood aprendieron la lección magistral de Kamen: una cinta es más que una cinta, es también camisetas, relojes, toallas, tazas, caramelos y todo lo que se pueda vender. Los hermanos Disney, de la mano de Kay Kamen (el superhéroe de la comercialización), cambiaron las reglas del juego para siempre.