El PAN, entre la renovación estructural o simple cambio de dirigentes (Parte I)
A sus ya casi 80 años de existencia, el Partido Acción Nacional se encuentra inmerso en una de las peores crisis de su vida institucional; la primera de ellas ocurrida en el año de 1976, derivada de una fractura interna que obligo a Acción Nacional a NO postular candidato a la Presidencia de la República y dejar el camino libre al candidato de "La Alianza por la Democracia", encabezada, nada más y nada menos que, por el histórico e histriónico perro chillón; Don José López Portillo y Pacheco (PRI), quien se alzó con la victoria, después de haber acumulado un 92% de los sufragios en su favor.
¿Las causas de la fractura de Acción Nacional en 1976, tuvieron dos motivaciones; la primera de ellas la clara confrontación doctrinaria entre los grandes liderazgos encabezados por Don Efraín González Morfín, Pablo Emilio Madero Belden, el de José Ángel Cochello Dávila y el de Salvador Rosas Magullón, quienes sostenían claras e irreconciliables posiciones doctrinales; unos acusando a los otros de desorientados, indisciplinados y de estrabismo doctrinario y los otros acusando a los primeros de radicales de la extrema derecha, a quiénes luego les endilgarían el mote de "meones de agua bendita".
La segunda gran motivación de la confrontación que derivo en fractura, división y no postulación del candidato presidencial, resulta justamente de la disputa por la candidatura presidencial de 1976, a la cual aspiraban 3 contendientes; Pablo Emilio Madero Belden (Coahuila), Salvador Rosas Magallon (Baja California Norte) y David Alarcón Zaragoza (Jalisco). El 25 de Enero de 1976, durante la Convención Nacional extraordinaria, convocada para elegir candidato presidencial, se realizaron 7 rondas de votación y ningún aspirantes alcanzo el 80% de la votación estatutaria requerida para alzarse con la candidatura, lo que concluyó en una enrome fractura y desbanda de la militancia.
Después vendrían otras crisis con sus consecutivas divisiones, renuncias y desbandadas. Sin duda una que dolió profundamente fue la renuncia al Partido Acción Nacional, del último de sus ideólogos; el Yucateco Carlos Castillo Peraza, quien 10 años después habría de fallecer en Alemania.
Hoy, Acción Nacional vive otra crisis estructural que, evidentemente tiene que ver con la de 1976 (polvos de aquellos lodos), pero también con el arribo del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República (2000 - 2006) con la candidatura del ex gobernador de Guanajuato Vicente Fox Quesada y luego el triunfo del michoacano, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
El primero de ellos, en su clásica elocuencia y con la docta asesoría de la inefable, Sra. Martha Sahagún de Fox, propuso enviar al baúl de los recuerdos los principios de doctrina de Acción Nacional y gobernar con pragmatismo, con el humor del día, la influencia de la luna, las ocurrencias de la Sra. Sahagún (y sus aliados de Televisa) y la terrible injerencia del grupo identificado como los Yunques, quienes controlaron el gobierno y a Vicente Fox Quesada, ocasionando con esta conducta una abierta separación entre el Partido Acción Nacional y el Presidente de la República.
El segundo, Don Felipe Calderón Hinojosa, derivado de su agrio carácter y su declarada desconfianza hacia absolutamente todos (aquí se exceptúa a Margarita Zavala), protagonizó dos grandes confrontaciones; la primera de ellas contra el Duranguense Manuel Espino Barrientos, ex jefe nacional y luego contra Gustavo Enrique Madero Muñoz. Además impuso el modelo PRI, para poner Jefe Nacional del PAN (German Martínez Cazares - Cesar Nava Vázquez y fallidamente a Roberto Gil Zuarth).
Don Felipe Calderón comete dos errores más; el primero de ellos derivado de su derrota interna al no poder imponer como su candidato presidencial a su delfín Don Ernesto Cordero Arroyo, tiene que aceptar la decisión democrática (aunque errada) del panismo nacional, quien eligió con una amplia mayoría a la Sra. Josefina Vázquez Mota.