De regular a buena, la cosecha de frijol

Con base en un sondeo preliminar, en términos generales, se puede afirmar que en el municipio de Poanas la producción de frijol es de regular a buena, ya que en algunas parcelas se han obtenido rendimientos que oscilan entre mil 200 y mil 400 kilos por hectárea, esto de acuerdo con lo expresado por el director de Desarrollo Rural del Ayuntamiento, René Urenda Urenda.

Asimismo, el servidor público municipal comentó que en la zona temporalera fuerte de dicho municipio el rendimiento por hectárea fluctúa entre 700 kilos y una tonelada, aunque también reconoció que hay parcelas en las que la producción fue muy raquítica ya que se han obtenido entre 300 y 400 kilos por hectárea, que son las más bajas, al menos en esta demarcación.

CONTINGENCIAS

A pesar de que el ciclo agrícola no se puede considerar como bueno para todas las comunidades, recalcó el entrevistado, sí se puede hablar de una producción aceptable, no obstante que se registraron diversos siniestros que influyeron para que la cosecha no fuera uniforme en las distintas localidades.

Por ejemplo, citó que hubo un periodo de aproximadamente dos a tres semanas en el que no se registraron lluvias, que fue un lapso de sequía, razón por la que en varias comunidades la producción del referido grano se desplomó hasta menos del 50 por ciento de lo que regularmente se obtiene en cada año, de tal manera que en esas zonas la cosecha ha sido muy raquítica.

 EJEMPLOS

Cuestionado sobre cómo se percibe la producción en las comunidades que se caracterizan por sus altos rendimientos, el informante subrayó que las cifras de la cosecha se mantienen, como es el caso de la zona alta, donde se ubican localidades como Cieneguilla y el ejido Nuevo Centro, a pesar de que también les afectan fenómenos naturales como el arrollamiento, pero aun así se conservan los porcentajes de rendimiento por hectárea.

En contraste, expuso, también se registran casos de comunidades en las que el rendimiento por hectárea fue muy reducido, entre las que mencionó El Refugio y una parte de la Villita de San Atenógenes, la cuales conforman dos franjas donde las precipitaciones pluviales se generan de manera muy tardía, además de que son afectadas por granizadas e inundaciones.

"Ahorita, la parte que más resiente la baja producción de frijol es en la comunidad de El Refugio y una parte de Orizaba, donde la tardanza en el agua de lluvia nos provoca una cosecha muy baja, mientras que en la zona de riego no tenemos nada qué objetar, ahí estamos bien".