La desfasada despenalización de la marihuana y la iniciativa Sánchez Cordero

Antes de iniciar, propiamente mi colaboración, debo hacer del conocimiento de mis amables lectores, de tres premisas fundamentales: No inhalo, ni he inhalado marihuana de manera habitual. La he inhalado en algunas ocasiones, ante la terca y alucinada insistencia de las malas amistades... no me juzguen, la carne es débil.

Estoy absolutamente de acuerdo y aplaudo la despenalización de la siembra, cultivo, cosecha, procesamiento, transportación, comercialización y consumo del cannabis. Aceptando de que en los hechos ya ocurre. Y el Estado, está obligado a intensificar las políticas públicas de información y prevención sobre el uso, consumo y disfrute de la marihuana.

Dicho lo anterior, les cuento que en un hecho histórico y sin precedentes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estableció una jurisprudencia que permitiría a cualquier ciudadano (a usted, al vecino, a mi) cultivar, poseer, transportar y consumir mariguana con fines lúdicos (recreativos), con el simple permiso del Gobierno Federal.

Los Ministros coincidieron al afirmar que la prohibición, en México, era violatoria a la libertad personal y el derecho a la salud, pues el auto consumo privado, no daña a terceros. De lo anterior se deprende que cualquier ciudadano puede iniciar un procedimiento para conseguir un permiso de COFEPRIS y en el caso de NO obtener dicha autorización, el afectado podrá iniciar una demanda de amparo, mediante la cual tendrá garantizada la aplicación, en su favor por lo que el permiso se le otorgara, indudablemente.

Hasta aquí, se observa una actitud de avanzada por parte de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero el procedimiento legal que ofrece para poder acceder a un "churro", o a algunos gramos de la deseada yerba, es burocrático, lento, engorroso y tarda más que en obtener una cita con el oncólogo del IMSS o del ISSSTE, por lo que su resolución, si bien es plausible es obsoleta para proteger con prontitud los derechos de los consumidores de esta mítica y alucinante yerba.

En contra posición y para sorpresa de propios y extraños, la ex ministra (quién libero a la francesa, Florence Marie Louise Cassez Crépin, acusada de secuestro), Senadora de la República, hasta hace unos días y próxima Secretaria de Gobernación, en el "Gobierno de la 4ª. Transformación", presento una iniciativa de ley, por la cual; sin tapujos, sin rodeos, sin medias tintas, sin moralismos y apegada a la estricta laicidad, como debe actuar el Gobierno, presento una iniciativa integral, que facilita al consumidor de la yerba tener acceso seguro, legal y al momento, sin necesidad de promover un amparo.

Expongo, textualmente algunas consideraciones de la iniciativa de la Senadora con licencia y próxima Secretaria de Gobernación: La iniciativa, como ya se dijo, propone regular toda la cadena de producción, desde la siembra, cultivo, cosecha, producción, transformación, etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, hasta la distribución, venta, comercialización, portación y consumo de la mariguana.

Debe destacarse que en el proyecto, se prohíbe el comercio, distribución, donación, regalo, venta y suministro de marihuana a menores de edad, así como emplearlos en estas actividades. La ley protege el sembrar, cultivar, cosechar, aprovechar, preparar y transformar hasta 20 plantas de cannabis en floración destinadas para consumo personal en propiedad privada, siempre y cuando la producción de marihuana no sobrepase los 480 gramos por año.

La ley obliga a las personas que tengan plantaciones de la multicitada yerba a que registren sus plantas ante el Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis en un padrón anónimo. Se crea el "Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis" quien, entre otras funciones elaborara y actualizara un padrón anónimo de los productores.

Dicho instituto será un organismo público descentralizado de la Secretaría de Salud y tendrá entre sus objetivos: crear la regulación que garantice que el enfoque sanitario, de reducción de riesgos y de daños relacionados con el consumo de mariguana, y que esté sobre el interés del comercio y otros intereses creados por la industria del cannabis.

La referida ley previene el otorgamiento de licencias y permisos para sembrar, cultivar, cosechar, transportar, procesar y comercializar marihuana, que otorgará el instituto por un plazo de cinco y hasta 10 años, las cuales podrán ser prorrogadas hasta por plazos iguales.

La iniciativa contempla multas de hasta 644,800 pesos a quien incumpla con esta ley. Sin duda, la Ministra, en retiro, no solo mostro una actitud audaz, osada y puso en riesgo el prestigio ganado, durante su permanencia en el órgano jurisdiccional más alto de nuestro país. Pero además es de admirarse que aun y con todo su prestigio y la carga "moralina" que le atribuyen, se arriesgó y antes de separarse del cargo de Senadora, presentó esta histórica iniciativa, que tomando en consideración la mayoría parlamentaria de MORENA, es muy factible que sea aprobada a la brevedad, inclusive, antes de que AMLO asuma el Poder Ejecutivo.

Si bien es cierto que la iniciativa constituye un gran paso en el combate a la clandestinidad e intenta por la vía de la legalización disminuir el índice de criminalidad, debe señalarse que llega tarde, pues la marihuana, se acepte o no, es un producto de uso común y corriente y su venta ya está en todo el territorio nacional. Hasta enfrente de la Residencia Oficial de los Pinos.

Lo preocupante ya no es la marihuana, sino, otras drogas de las denominadas "duras" o esencialmente producto de una mezcla de varios productos químicos, cuya ingesta lesiona gravemente el sistema neuronal del consumidor y destruye en muy poco tiempo la salud del consumidor y lo hace una persona conflictiva o no funcional en el entorno social.

Además, me parece que la exministra, olvidó o no lo leí, todo lo relacionado con la generación de impuestos que se cargarán a la siembra, procesamiento, traslado, venta y consumo de la marihuana, pues sin duda alguna, le generará al Estado extraordinarios ingresos, que deberá destinar en buena parte a la prevención de adicciones y salud en general.

Finalmente y como reconocimiento al valor y destreza de la probable futura Secretaria de Gobernación, transcribo para ustedes una de las motivaciones que motivo a la letrada a presentar esta iniciativa: "...Estoy en favor de la regulación de la cannabis, de su uso medicinal, de la autodeterminación, de liberar a aquellos que se encuentran en las garras de la amenaza por parte del crimen organizado y de la pobreza, estoy a favor de vivir en un México en paz..." (sic). Bien por la Sra. Sánchez Cordero.