El destino de Carlos Madrigal
El éxito tiene un precio y para Carlos Madrigal no ha sido la excepción. Tenía apenas 19 años cuando dejó su hogar, una pequeña isla española, para seguir sus sueños. Así llegó a Madrid, luego a Milán, después a Miami y terminó en México. Ser actor y modelo lo ha mantenido lejos de su familia, hace dos años y medio que no la ve. extraña, resiente la lejanía, está consciente que el precio iba a ser alto para lograr su meta profesional, pero ha valido la pena.
Es cierto que la vida del espectáculo es incierta, pero en ella se siente vivo, por eso sigue ahí. Así lo recordó en entrevista telefónica.
“Es algo que me gusta y me hace sentir vivo. Desde chiquito era muy inquieto y siempre tuve en claro que quería hacer algo relacionado con el mundo artístico. Quería ser deportista pero no lo logré, entonces me dio la vena por la actuación, el modelaje, me contrataron en un programa de televisión siendo muy joven y ahí empezó la inquietud y mi carrera”.
Eso fue en 1997. Participó en el concurso 'Top Model España', una plataforma que le dio el renombre de uno de los modelos más codiciados del país y que lo llevó a trabajar para marcas como Versace, Hugo Boss, Palzileri, Armani, entre otras.
De ahí llegaron más oportunidades en la pantalla chica. Supo entonces que era el momento de prepararse para la internacionalización. El primer paso fue neutralizar el acento para conseguir papeles fuera de España.
“En Miami me tocó hacer cursos de acento y en México lo retomé. Neutro es que no sepan de dónde eres, que puedas entrar a cualquier familia y eso te abre mucho más las puertas porque si no te limitas al personaje del país donde uno sea”.
Lo logró. Para 2012 ya laboraba en Telemundo y hasta Nickelodeon; luego fue México en donde poco a poco se ha hecho de renombre, pero no ha sido fácil como parece, pues ha sido un camino entre aciertos y desaciertos que moldearon su nueva filosofía.
“Ha habido decisiones en mi vida que no han sido buenas. La parte positiva de la gente es que aprendes de los errores, pero a veces a uno le trae traumas. A veces envidio a la gente que tiene todo más fácil, pero en mi caso ha sido una montaña rusa muchas veces, nunca sabes dónde están las buenas oportunidades o las buenas decisiones… lo que decidí desde hace dos años y ahora me va mucho mejor en todo es ‘que sea lo que Dios quiera’”.
Dejar los planes en manos del destino le ha funcionado. Ya no hay tanto peso en su día a día.
“Siento que te va guiando, si intento programar mi vida de aquí a un año me vuelvo loco. Sin embargo voy tomando las decisiones a corto plazo, sin pensar en metas largas”.
Con esa mentalidad llegó a 'Mi marido tiene más familia', una de las telenovelas con más rating de Las Estrellas en la actualidad.
“Ya estamos terminando la segunda esta semana prácticamente, van a seguir la tercera de tirón sin pausa y muy contento porque son épocas difíciles que todo mundo habla de crisis en plataformas digitales, pero estoy muy contento de que al final Televisa sigue siendo Televisa, la novela sigue gustando y gracias a Dios tenemos un público que nos está siguiendo y no solo aquí en México porque por ejemplo ‘La Piloto’, ‘Mi marido tiene más familia’ y ahora ‘Amar a muerte’, son novelas que aparte de aquí se ven en muchísimos países y no solo en Latinoamérica sino en Europa, países como Rusia, Hungría, Yugoslavia, países que nunca te imaginas que te pueden ver”.
Por el momento el destino lo mantiene en Televisa, una empresa que recién se asoció nuevamente con Netflix para realizar novelas de formatos de 25 capítulos, lo que para Carlos representa una oportunidad de brindar más calidad al espectador y de seguir creciendo.
“Al hacer la serie más cortita se va a invertir más tiempo y se va a perfeccionar el tema del formato, lo que es la serie. Es lo que está apostando Televisa y espero en próximos proyectos poder estar ahí y hacer algo interesante”, finalizó.