Razones por las que debes comer el tejocote crudo
Uno de los símbolos más importantes para los mexicanos en Navidad es el tejocote, un fruto que marca la llegada del invierno y del reconfortante ponche.
Estos comienzan a madurar a finales de octubre cuando se les requiere para decorar los altares del Día de Muertos, pero esta no es la única forma de disfrutarlos. A continuación, te damos 5 razones para comer tejocotes:
1. Gracias a la vitamina C que concentra en su cáscara, te ayudará a soportar el invierno y las enfermedades respiratorias, ya que fortalecerá tu sistema inmunológico y te mantendrá blindado ante cualquier intento de resfriado.
2. También si lo cueces perderán sus nutrientes.
3. Tienen la apariencia de una manzana pequeña y tienen una textura un poco harinosa cuando están frescos, pero no te podrás resistir a su delicioso e intenso aroma.
4. Por su sabor acidito podría ser tu mejor aliado para calmar el antojo en la tarde.
5. Cuenta con altas cantidades de calcio, que mantendrá sanos tus huesos y dientes.
6. También ayuda a absorber mejor el hierro (necesario para producir hemoglobina, proteína que brinda el característico color rojo a la sangre), por ello, se recomienda a pacientes con anemia.
SABÍAS QUE
El tejocote (Crataegus mexicana) es originario de nuestro país. Antiguamente se le conocía como texócotl, que significa "fruto parecido a una piedra" y en otros lugares del país el nombre con que se le conoce cambia. Por ejemplo en Chiapas se llama kanal chishte, manzanilla, manzanita o tejocote cimarrón; en el Distrito Federal, texócotl (náhuatl); en el Estado de México puede encontrarse como npeni (otomí); mientras que en Michoacán es karhasi (purépecha).