Padrón de 'chocolatos'

El padrón de vehículos extranjeros, mejor conocido como autos "chocolatos", ha despertado diversas reacciones y dudas. ¿Es un programa necesario?, ¿se intenta legalizar o ilegal?, ¿tiene tintes políticos? Nuestros editorialistas aportan sus puntos de vista sobre el tema local de la semana.

Víctor Montenegro [@Vic_Montenegro]

Aparentemente los asesores del Gobierno no están haciendo bien su "chamba" pues han sido varias las ocasiones en que se revierten obras y operaciones, como ahora el tema del padrón de automóviles extranjeros. Ha fallado la socialización.

Muchos estaremos de acuerdo en que más allá de una medida recaudatoria, lo que se pretende es mantener registro y control de este tipo de vehículos que circulan por el estado, para garantizar seguridad tanto a propietarios como a terceros. Eso es indiscutible y más que entendible.

Sin embargo, aun cuando se deban atender esas necesidades también debe haber equilibrios. Es importante comprender que la mayor parte de las personas que optan por adquirir un automóvil de estas características, simplemente lo hacen, pues es para lo único que su modesta situación económica les permite. ¡Ah, y no son pocos!

Citlalli Zoé Balbuena [@citlazoe]

Hacer un nuevo empadronamiento de "chocolatos" es una medida necesaria en términos de seguridad pública así como un acto de justicia para aquellos que tienen un vehículo nacional y que soportan un sinnúmero de cargas tributarias, tales como el refrendo anual, pago de parquímetros o multas.

Los autos "chocolatos" se han convertido en un anárquico negocio para algunos y su falta de control genera problemas alternos. Muchos de los propietarios de estos vehículos distan mucho de ser pobres.

El hecho de que sea un requisito para el empadronamiento contar con un seguro de daños a terceros también es un punto positivo. Corresponde a la autoridad estatal transparentar el manejo de los ingresos por el empadronamiento aunque el tema ya es aprovechado por adversarios políticos que buscan congraciarse con el pueblo criticando esta medida.

José Noel Pérez Salais [@noelperezsalais]

Un padrón da confianza, para tener ubicados y llevar un control; en el caso de los "chocolatos", representa algunas ventajas, entre ellas, conocer el número exacto de éstos, un trato igualitario en relación a infracciones viales, así como la obligación de contratar un seguro contra accidentes.

De las desventajas que representan, se encuentran, que la mayoría de estos vehículos no pasarían una verificación ambiental y por otra parte desalienta la adquisición de vehículos que pagan impuestos, afectando el mercado interno; aunque no esta por demás, comentar que los altos costos de los vehículos nuevos o seminuevos, impiden que se puedan adquirir con facilidad.El programa podría dar indicios de ser con tintes políticos, pero como la siguiente elección es municipal, podría decirse que no es plan con maña; al menos esa lectura podría darse.

Arlene Contreras [@arlncontreras]

La posibilidad de contar con un vehículo más económico, no debe estar peleada con la responsabilidad y la legalidad. Contemplar un padrón de choches de procedencia extranjera, en el que se incluyan datos como quién es el propietario, dónde vive y a qué se dedica; además de que el dueño cuente con una garantía de pago, en caso de que participe algún accidente, es un tema que abona a la seguridad de todos.

Sin embargo, tocar el bolsillo de los ciudadanos, siempre será un tema sensible. Ante ello, surge la necesidad de que el recurso que se logre recaudar sea minuciosamente transparentado; informando, con claridad, las acciones y obras específicas que se puedan emprender, pues hablar de un aproximado de 100 mil vehículos de naturaleza extranjera, multiplicado por 800, tenemos un monto de 80 millones de pesos que, "a ojo de buen cubero", ingresarán a las arcas.

Víctor Hugo Castañeda [@CASTANEDAVICTOR]

El levantamiento del padrón vehicular de autos extranjeros es un acierto, a condición de que lo haga el Estado y no un particular como se venía haciendo. Ya se ha dicho en reiteradas ocasiones que uno de los objetivos es identificar plenamente a sus propietarios y evitar que estas unidades se sigan utilizando para la comisión de delitos de diversa índole.

Agregaría dos elementos para fortalecer la importancia del padrón: verificación del vehículo para medir la emisión de humos contaminantes y darle garantía y certeza jurídica a los tenedores de dichos vehículos para que se consideraran como parte del patrimonio familiar.

Levantado el padrón debe prohibirse el ingreso de más vehículos, pues se lesiona a la industria automotriz, la cual es generadora de miles de empleos. Por último, los vehículos que son una verdadera chatarra deben ser desechados.

Luis Lozano Martínez [@luizork]

Para quienes aún están en contra del Registro Vehicular para "chocolatos" (sin contar los que tienen uno), le planteo un dato: en la ciudad de Durango circulan alrededor de 215 mil automóviles formales, por llamarles de una forma. Entre nosotros, los dueños de esas unidades, contribuimos con impuestos a la pavimentación y reparación de calles.

¿Qué significa eso? Que antes de este nuevo empadronamiento oficial, el 26 por ciento de los dueños de los coches, no ponían un solo peso para las acciones en que todos cooperamos. O más simple, usted y yo (dueños de un dueño legal) le estamos reparando el bache al dueño del coche ilegal.

Este razonamiento no tiene nada del otro mundo, pero vale la pena plantearlo así para que, con manzanitas, comprendamos el valor de la contribución. El Registro Vehicular no es justo, pues se queda sumamente corto, en materia económica, respecto a lo que debería costar.

Jorge Alberto Pérez Arellano [@jperezarellano]

Primero debemos dejar en claro que el padrón de vehículos "chocolatos" no es una "legalización" como algunos intentan entender. ¿Deben pagar por un registro estatal? ¡Desde luego! Y debería ser anual el cobro porque siguen entrando y saliendo automóviles extranjeros todos los días.

El discurso de que los "chocolatos" son para quienes tienen necesidad de trabajar ha quedado obsoleto y es totalmente alejado de la realidad. Hoy en día vemos vehículos de lujo con engomados de organizaciones (que se han hecho ricas a costa de las negociaciones políticas), pero que no son más que 'láminas' que otorgan impunidad al pago de impuestos y responsabilidades en caso de accidentes.

El pago de un registro no debe suplir la labor de las autoridades para poder revisar y/o decomisar un vehículo de procedencia dudosa. Debe ser visto como un requisito para poder circular en nuestras calles y nada más.

A partir de este año se debe exigir el padrón a este tipo de vehículos y, por supuesto, debe ser equilibrado en cuanto al costo de lo que pagamos los autos regulares. Todos coludos o todos rabones. ¿No es tiempo de transformar al país? Empezamos pues por nuestra ciudad.