HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
En tiempos de Nuestro Señor había dos oficios considerados impuros: el de la prostituta y el del pastor de ovejas. Se pensaba que la mujer que se vendía llevaba sobre sí el pecado de todos los hombres que yacían con ella, y se creía que los pastores estaban contaminados por la inmundicia de los animales a los que veían copular.
Aun así el Dios Niño se mostró primero a los pastores que a los reyes. Antes que a nadie los ángeles entregaron su mensaje a aquellos hombres excluidos de la sociedad. Al paso de los años Jesús mismo se dijo pastor; nos vio como sus ovejas y tomó para sí nuestra impureza con tal de redimirnos.
Celebremos este día a los Reyes, pero no olvidemos que llegaron en segundo lugar al portal de Belén. Los primeros que entraron fueron los humildes.
¡Hasta mañana!...