Avalan 13 estados la Guardia Nacional
Durante la primera audiencia pública para abordar las reformas constitucionales para crear la Guardia Nacional, 13 gobernadores respaldaron la creación del nuevo cuerpo de seguridad bajo la condición de que ésta inicie controlada por un mando civil, sea temporal y se privilegie el fortalecimiento de las policías a nivel local, sin pena económica para los estados.
A través de un documento de anotaciones que entregó el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y también de Campeche, Alejandro Moreno, los mandatarios consideraron que, ante el posible resultado negativo de la evaluación de las policías, se habla de un "mecanismo de intervención de la policía estatal o municipal" que, a su decir, podría generar intromisiones.
Durante la primera mesa Seguridad Ciudadana en los Estados, los gobernadores de Guerrero, Campeche, Colima, Querétaro, Michoacán y Zacatecas dieron su aval a medias al proyecto, por lo que fueron criticados por algunos legisladores de MC y PRD.
El guerrerense Héctor Astudillo señaló que la Guardia Nacional "le urge al país", pero reconoció que este cuerpo militar no resolverá la inseguridad, y demandó al Congreso a ser muy puntual en la elaboración de las leyes reglamentarias, particularmente en el diseño de las leyes orgánicas de la Guardia Nacional, del Uso de la Fuerza y del Registro de Detenciones.
El queretano Francisco Domínguez dijo que como una institución diseñada en el marco constitucional por la política de seguridad del gobierno federal, la Guardia Nacional debe mantener el respeto a la soberanía de las entidades, a las cuales les corresponde la competencia originaria de mantener la paz y el orden público.
El zacatecano Alejandro Tello Cristerna precisó que devolver seguridad es una tarea impostergable, pero que depende de muchos factores. "Sí al nuevo modelo y la Guardia Nacional, pero una clara, sin mando militar".
El coordinador de los senadores de MC, Dante Delgado, acusó que los mandatarios no deben presionar, con su aval prematuro, a sus legisladores para que voten a favor de una Guardia Nacional de la que no se conocen las leyes reglamentarias.