El nuevo reto de Acción Nacional
Se avecina una nueva elección en Durango que resultará trascendente para el partido en el poder. En estos comicios se evaluará, entre otras cosas, la labor del gobernador del Estado, José Rosas Aispuro, así como por supuesto a la actual administración municipal, encabezada por José Ramón Enríquez Herrera, quien buscará la primera reelección de Alcalde.
Cabe recordar que 'Pepe' Aispuro y José Ramón, José y 'Pepe', encabezaron una coalición histórica que le arrebató al Partido Revolucionario Institucional (PRI), más de 80 años ininterrumpidos de poder absoluto. La historia ya la sabemos, y curiosamente, los dos protagonistas de aquella elección no eran panistas de cepa, pero fueron postulados por la cúpula de un partido que tuvo que ceder a sus tradicionales exigencias grupales.
En aquella campaña, los "doctores" tuvieron que trabajar hombro a hombro para, primero, ganarse la candidatura a nivel nacional (respaldada con el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano) y después la batalla en las urnas. Hoy, esa relación parece haberse enfriado. Ambos niegan una ruptura pero saben que poco o nada queda de aquellos "gloriosos" días.
Los panistas públicamente se han expresado en contra de apoyar la reelección de José Ramón. No le perdonan los roces públicos y la falta de respeto que ha tenido a la investidura del Gobernador. Además que, aseguran, los resultados de su administración han sido bastantes bastante pobres. Enríquez, por su parte, no perdona el proceso sancionador que emprendió el Congreso del Estado que, según él aseguró, tenía línea directa del Ejecutivo Estatal.
Pero sabemos que la decisión oficial que no se tomará aquí, sino en oficinas de la Ciudad de México, donde le darán la oportunidad al mandatario de poner a su "gallo" o de plano mantener la otrora alianza que les permitió su histórico triunfo en 2016.
Es por ello que Acción Nacional se enfrenta a, quizá, su mayor reto en la historia reciente, más que al de hace dos años y medio: decidir a quién candidatear para buscar la Alcaldía. Y es que el aun poderoso efecto López Obrador (políticamente llamado Morena) es el principal obstáculo al que se enfrenta el grupo en el poder.
La lucha dejó de ser contra el otrora poderoso PRI, la lucha es ahora con un grupo de expriistas -y algunos oportunistas- que le quieren apostar a la eterna división panista para asentarse en Durango. Y lo pueden hacer. El PAN tiene que decidir si deja de lado sus diferencias y apoya al abanderado elegido o de plano le deja a Morena la vía libre para ganar la alcaldía en 2019 y la gubernatura en 2022.
En el PAN no hay muchas opciones competitivas y lo saben. Precisamente algo que le ha faltado al actual grupo en el poder es el impulso de nuevos y competitivos cuadros. Solo hay dos opciones reales que dependen de caminos opuestos: José Ramón Enríquez o Jorge Salum del Palacio. Y se acabó. Los tiempos no le dan al partido para más.
Salum del Palacio representaría una candidatura panista común, elegida por el Gobernador, votada por los consejeros e impulsada (por acuerdo o por conveniencia) por todos los sectores del PAN en Durango. Enríquez Herrera representaría un acuerdo nacional, alejado del partido, basado en negociaciones y hasta con "contrato de por medio".
En ambos escenarios el PAN puede competir. Ambos caminos representan diferentes rutas. En los dos panoramas el PAN necesitaría ir unido para no perder. ¿Podrá Acción Nacional dejar de lado sus diferencias? En los próximos días sabremos qué camino eligió... ¿usted qué opina?
Twitter: @jperezarellano