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No Hagas Cosas Buenas...

Sí apoyo, pero sin amenazar

No Hagas Cosas Buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Finalmente el PRI cedió con las huestes del presidente López Obrador para transar e ir aclarando el camino para lograr la reforma constitucional que permita la creación de la Guardia Nacional, institución propuesta por el nuevo gobierno para hacer frente a la crisis que lleva más de una década en el país.

Antier con los votos de PRI, algunos del PRD y la por supuesto los de MORENA, del Partido Encuentro Social, Partido del Trabajo y la oposición del Movimiento Ciudadano y del Partido Acción Nacional, finalmente el gobierno consiguió más 334 votos en la Cámara de Diputados necesarios para conseguir la mayoría calificada para reformar la Constitución. El dictamen aprobado en lo general y particular ha sido turnado ya a la Cámara de Senadores, en donde también se tendrá que obtener una mayoría calificada para que continúe el proceso reformista que de conseguirse (como lo será, el PRI ya se plegó) tendrá ahora que conseguir la mayoría simple en las legislaturas locales de los 31 estados federados y el congreso de la Ciudad de México.

Aun cuando el presidente en campaña fustigó el papel de las fuerzas armadas han jugado en la lucha contra la delincuencia organizada durante los gobiernos del panista Felipe Calderón y el priista Enrique Peña Nieto, cuando el mandatario tomó las riendas del poder formalmente el pasado primero de diciembre, necesito apenas unos cuantos días para recomponer su discurso sobre el tema y propuso a través de los distintos canales con los que cuenta, la creación de este dichosos organismo denominado Guardia Nacional que se compondría por miembros de la Policía Naval, de la Policía Militar y por algunos integrantes de lo que hoy se denomina Gendarmería Federal, que está integrada por algunos de los mejores elementos que se encuentran en la Policía Federal.

Antes de ser presidente electo, López Obrador durante su campaña presidencial que duró en la práctica más de doce años, se dedicó a criticar en términos generales a todo el oficialismo, y eso incluyó por supuesto el papel de los militares, principalmente del Ejército Mexicano más que a los miembros de la Secretaría de Marina Armada de México. Pero ya una vez la frente del Estado Mexicano, el diagnóstico de su administración es que es imposible contener el actuar de los criminales si no se echa mano la milicia mexicana.

El grave problema es que debido al enorme respaldo popular que tiene el presidente López, que le ha dado mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y mayoría amplia en el Senado, es factible que se hagan reformas a nuestro marco constitucional que pudiesen abrir la puerta para erosionar nuestro sistema por supuesto perfectible, de garantías de libertad e instituciones democráticas.

En primera instancia por fortuna los partidos tradicional del PRI y PAN tienen los votos suficientes para al menos poder contener modificaciones constitucionales por decreto, como lo es el caso de la creación de la Guardia Nacional, que tiene como gravísima amenaza que fue propuesta para fuese conducida transitoriamente por una mando militar por 5 años, esto quiere decir en términos prácticos por casi todo el sexenio de López Obrador.

Se abrieron foros en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, donde organizaciones respetables de la sociedad civil alertaron de la amenaza que significa darle ese poder a los militares, a final de cuentas el mandatario federal si bien escuchó los argumentos, modificó parcialmente el dictamen original proponiendo en vez de un mando militar, uno mixto, donde la parte administrativa sería supervisada por un civil y la operativa por un militar. Es casi lo mismo.

Ayer el presidente en un posé democrática comunica que no le gustó el dictamen aprobado, que si bien es cierto deshecho el mando mixto, sí dejó incrustados en el cuerpo colegiado de mando asientos para el ejército y marina.

En todo este embrollo de la propuesta de la Guardia Nacional, lo más lamentable es que el PRI se a plegado al presidente, aun poniendo en riesgo las libertades civiles de los mexicanos. No sorprende, el Revolucionario Institucional es un partido de poder, de conveniencias, nunca de convicciones.

Aun con todo, hay que hacer votos para que el nuevo gobierno logre el éxito de su cruzada contra la corrupción, que por supuesto es fuente de origen del poder con el que cuentan los criminales y para ello hay que apoyarlo, pero no con ideas que desde la Constitución mermen ahora y amenacen, la libertad que al menos en el papel gozamos los mexicanos.

Escrito en: No hagas cosas buenas... presidente, poder, Guardia, mando

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