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La guerra contra el huachicol

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La guerra contra el huachicol

EL SIGLO DE DURANGO

El combate contra el robo de combustible es una de las banderas del nuevo Gobierno Federal. Lo sucedido en Hidalgo nos pone a pensar sobre la estrategia. ¿Podrá AMLO abatir este delito?, ¿habrá castigos contra los responsables?

Jesús Mena Vázquez [@jesusmenav]

La revelación de los niveles de robo de combustible, que según la nueva Secretaria de Energía ascendían a la mitad del consumo, de ser ciertos, nos dan una idea de lo lucrativo de este negocio ilícito pero también de la descomposición a la que se había llegado en la empresa más grande de México y que se supone es patrimonio de todos los mexicanos.

La lucha contra el robo de combustible que comenzó el nuevo gobierno tiene varias aristas, pero la principal será, sin duda, desmantelar la red de corrupción al interior de Pemex, ya que no se puede entender la magnitud del desfalco sin la participación activa de personal directivo a nivel medio y alto de la empresa.

La persecución y castigo a los responsables de este ilícito dentro de la empresa y al mismo tiempo actuar a nivel de las comunidades para evitar una mayor descomposición social serán algunas de las acciones que ayudarán a evitar tragedias como la que sucedió recientemente en Hidalgo.

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Víctor Montenegro [@Vic_Montenegro]

Desbasto de combustible, retraso en la entrega de productos y mercancías, ciudadanos molestos, despidos, pérdidas económicas; ahora, la trágica muerte de más de 80 personas por la explosión del ducto en Tlahuelilpan. El lado B del plan de Andrés Manuel López Obrador en el combate al robo de gasolinas.

El problema surgió después de cerrar el flujo de algunos ductos como parte de la estrategia para atacar las redes del llamado "huachicoleo", esas que fueron creadas en los últimos sexenios y que actualmente provocan al Estado pérdidas aproximadas a los 60 mil millones de pesos anuales. El de Tlahuelilpan, Hidalgo, estaba abierto, fluyendo a toda su capacidad y presión.

A estas alturas, resulta para muchos muy difícil creer que el dantesco suceso no haya sido provocado, pues en toda guerra hay contraataques. Los que es claro, es que el plan contra el robo de combustible está fracasando, pues se ejecutó sin prevenir que no se afectará a la ciudadanía. De un día para otro, ya hay más muertos que detenidos y por donde quiera que se le vea, le toca cargarlos al presidente López Obrador.

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Arlenne Contreras [@arlncontreras]

La tragedia de Tlahuelilpan viene a poner el dedo en la llaga, en la guerra que inició el Gobierno Federal contra la venta clandestina de combustible. El crimen, el "agandalle" y la rapiña, prácticas muy acentuadas en nuestro país, claro que deben ser desterradas, pero con protocolos institucionales que, hasta el momento, han quedado fuera de las acciones del gobierno de México; pareciera que han sido rebasados, que las medidas que se han tomado son con base a reacciones y no a prevenciones. Miles de millones de pesos en pérdidas para empresas mexicanas; escenas de enojo y molestia de ciudadanos, en la espera de poner gasolina y, ahora, una tragedia, un holocausto que enluta y divide al país.

A la falta de articulación de una efectiva Coordinación de Comunicación Social y Política, que ha generado graves errores de comunicación y preguntas sin responder, como ¿quiénes son los responsables; cuántos detenidos hay?; ahora, con este suceso, se agregan otras interrogantes: ¿por qué ocurrió esta tragedia; se puedo haber evitado; quiénes son los culpables?

De nueva cuenta, como sucedió con el lamentable accidente aéreo de Puebla, la Nación vuelve a convulsionarse entre ataques y embestidas que dañan, hieren y dividen a los mexicanos. La mezquindad del lucro político no debe tener espacio en el luto y dolor de México.

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Citlalli Zoé Balbuena[@citlazoe]

El combate contra el robo de gasolina, actividad ilícita conocida como "huachicoleo" abarca más, mucho más, que cerrar los ductos donde se transporta el combustible y enviarlo mediante pipas. Implica desmantelar toda una red que opera desde las mismas entrañas de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se extiende a las filas del crimen organizado e incluso, abarca a la propia sociedad civil que de cierta forma avala esta conducta delictiva.

Desde que inició esta operación por parte de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) las críticas se han hecho presentes por la desorganización demostrada, en donde no se previeron los posibles escenarios que se generaría con el desabasto, desorden que han ido corrigiendo sobre la marcha, como se dicen comúnmente, se han dedicado a "tapar hoyos" mientras a la par se destapan otros tantos.

Aunque no ha dado mayores detalles el Presidente de México, se esperaría que el área de inteligencia esté trabajando en aprehender a aquellos funcionarios públicos que desde la administración son parte de la red del robo de combustible, así como en la detención de los "huachicoleros" que operan en los diferentes estados. La impunidad no debería estar permitida, aunque parece que AMLO prefiere evitar a toda costa cualquier tipo de enfrentamiento y sigue en su postura de perdonar a todos los "arrepentidos". Muy mal mensaje para el respeto a la ley.

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Noel Pérez Salais [@noelperezsalais]

Generalmente sucede que quien juega con fuego se quema, y en el tema del huachicoleo no podemos cerrar los ojos; es una de las crisis más grande por las que ha pasado el país en los últimos tiempos con resultados negativos, ya sea por omisión o por complacencia de anteriores gobernantes.

Ahora tenemos ante nosotros un grave problema, pareciera que todavía no nos percatamos de la magnitud del mismo y todavía falta mucho por ver; sin embargo, todos los esfuerzos que se están haciendo deben continuar hasta sus últimas consecuencias, no podemos dejar el tema en manos de los malos, si ya se inició una lucha frontal contra el robo de combustibles, se tiene que finalizar con resultados positivos para el país.

El crimen organizado, como cualquier negocio lícito, dispersa su mercado, y ahora nos estamos enterando que amplió sus intereses ya que iniciaron con la venta de la droga, después con secuestros y extorsiones, y ahora resulta que también se roban combustible.

El Estado debe ser firme en sus acciones y castigar el daño que se le haya hecho a la sociedad, no podemos ser tolerantes con ningún tipo de actuar irregular de ningún servidor público, ni de ningún ciudadano.

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Jorge Pérez Arellano [@jperezarellano]

Se aplaude la decisión de combatir el robo de combustible. Lo que genera dudas es que hasta la fecha no haya altos mandos detenidos y más si el discurso del Gobierno Federal es que se descubrió una red que operaba este negocio desde el interior de Pemex. Es decir, están identificados.

La tragedia de Hidalgo, quieran o no, será responsabilidad del Gobierno de López Obrador. A eso nos acostumbró durante años, a culpar al Presidente por la nula o tardía respuesta a los problemas. Lo sucedido en Tlahuelilpan se pudo haber evitado si las fuerzas federales hubieran actuado a tiempo con los que robaban el combustible.

De nada le servirá a AMLO el discurso de justicia si, a la par, también maneja el del perdón y olvido. A los mexicanos no les importa quedarse unos días sin gasolina si comienzan a caer los responsables, pero si no, el malestar comenzará a aumentar. Esta tragedia es un punto de inflexión para el sexenio de López Obrador.

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Escrito en: En Opinión de... robo, López, combustible, Gobierno

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