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Presión interna y externa contra Maduro: escenarios

MAURICIO MESCHOULAM

MAURICIO MESCHOULAM

Intento explicar por qué, tras muchos años de estudiar conflictos, procesos de paz y transiciones en todo el mundo, no soy particularmente optimista tras el aislamiento político internacional al que el gobierno de Maduro está siendo sometido.

Para ello, es indispensable preguntarse qué es lo que hasta ahora sostiene al mandatario venezolano en su silla. Esta pregunta no es banal. Venezuela lleva ya años viviendo un proceso crítico que combina una gravísima contracción económica, hiperinflación, escasez, inseguridad y cierre de canales políticos o espacios para la libre manifestación de ideas. Así que, ante todo ese potencial de conflictividad, sí hay que preguntarse cómo es posible que el gobierno de Maduro siga resistiendo.

Un factor tiene que ver con el respaldo de la cúpula militar, la cual, a pesar de disidencias aisladas que han sido contenidas, una y otra vez ha terminado por cerrar filas en torno al mandatario. Esto a su vez refleja la probabilidad de su complicidad en temas como las violaciones a derechos humanos o incluso en otras cuestiones como negocios ilícitos. Tanto para esa dirigencia militar como para otros sectores de las élites gobernantes, hasta ahora, la figura de Maduro ha sido percibida como la mejor alternativa que garantiza su estabilidad y que neutraliza las amenazas a que pudieran verse sometidas. Esto podría cambiar, si es que, desde la óptica de estos grupos de poder, Maduro deja de proteger las certezas que requieren.

Luego, el factor internacional. Hasta ahora, Maduro ha contado con un importante respaldo por parte de ciertos gobiernos como el de Cuba o Bolivia, hasta los de potencias globales como Rusia y China. Pero dado el estado de tensión que se ha venido tejiendo a nivel global por un lado entre Moscú y Washington y por el otro, entre Beijing y Washington, es probable que tanto Rusia como China encuentren ahora un área de oportunidad incluso mayor en la disputa de la Casa Blanca con Venezuela. El auxilio a Maduro de esos y otros países puede llegar a través del respaldo diplomático, o por medio de flujos de capital e inversiones, compra de petróleo o hasta incluso mediante despliegues militares como ya hemos visto.

Hay un elemento más. Desde hace años, en Venezuela, la oposición ha sido incapaz de mantener la unidad necesaria como para enfrentar a su monumental adversario.

El peligro es que, si como parece suceder en estos momentos, diversos actores internos y externos concluyen que la posibilidad de negociación con Maduro se ha cerrado completamente, y, como resultado, el monto de presión ejercida aísla al actor en cuestión, la consecuencia podría ser el fortalecimiento del proceso de radicalización del actor aislado, el cual podría tender a comportarse de formas más, no menos agresivas.

Por consiguiente, una posibilidad es que el gobierno de Maduro encuentre medios para aprovechar los recursos que le quedan, así como el respaldo militar y el internacional que le estará llegando, para perpetuarse en el poder. Otra posibilidad es que, ante la crisis, Maduro siga perdiendo aliados internos, y que eventualmente la dirigencia militar decida que ese mandatario ha dejado de servir a sus intereses. Lo que no veo, lamentablemente, es que esos posibles escenarios automáticamente resulten en una transición democrática y pacífica. Eso es lo que hoy me indican las circunstancias internas, las internacionales, y los muchos casos que hemos estado atestiguando en el globo a lo largo de la última década. Pero esa es solo mi visión. Me puedo equivocar.

Twitter: @maurimm

Escrito en: MAURICIO MESCHOULAM Maduro, que,, respaldo, incluso

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