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AMLO: ¿neutral o cobarde?

DAVID PÉREZ ORTIZ

DAVID PÉREZ ORTIZ

Venezuela se encuentra en un escenario complejo. Las rupturas internas podrían desembocar en un conflicto armado. Gobiernos de distintas latitudes han manifestado posturas contrarias. La administración de AMLO ha declarado su intención de llamar al diálogo. Ya presentó en la ONU un plan para realizarlo. Sin embargo, hay sectores que califican este posicionamiento como una neutralidad cómplice o incluso como un acto cobarde. ¿Es así?

En el ciclo reciente, desde 2014 a la fecha, los intereses de EE.UU. en Venezuela se convirtieron en acciones concretas. La influencia de la potencia mundial logró impactar negativamente en la economía y política del país bolivariano. El gobierno venezolano no ha sabido gestionar favorablemente a una oposición que se alimenta en buena medida de la crisis generada y de los errores del chavismo.

Encabezados por Trump y Bolsonaro, otros gobiernos del continente han reconocido al autonombrado presidente interino. Juan Guaidó, con base a una particular interpretación de tres artículos de la Constitución venezolana, dice ser hoy el jefe de gobierno. Además de contar con un sustento legal débil, el proceso carece de legitimidad. El hecho de que se ponga en juego la mayor reserva de petróleo en el mundo hace cuestionar el aparente interés por la crisis en derechos humanos y en la economía que existe actualmente en Venezuela.

Maduro no aporta soluciones. Lejos de contribuir a un esclarecimiento de las denuncias de autoritarismo, corrupción y legitimidad democrática, el hasta hoy presidente venezolano no atendió las recomendaciones para garantizar un proceso electoral transparente el año pasado. En ese mismo tenor, cuando la oposición obtuvo mayoría en la Asamblea Nacional Maduro provocó que se anulara la capacidad de gestión del poder legislativo.

La compleja situación de Venezuela es utilizada como nuevo factor de polarización. Mediáticamente es fuerte el discurso de necesaria disputa: o se apoya a Guaidó o a Maduro. No tiene que ser así. Denunciar hechos autoritarios y la mala gestión de Maduro no significa necesariamente estar a favor de la intervención de EE.UU. en Venezuela. Cuestionar la legitimidad y los intereses que apoyan al supuesto presidente interino tampoco significa avalar todo el chavismo.

Así los ánimos, no han faltado las voces que tildan de insuficiente la postura de la administración de AMLO frente al complejo escenario de Venezuela y sus repercusiones internacionales. Se le acusa de ser neutral, y por eso estar de parte de Maduro. En el creciente contexto de polarización, la descalificación personal se utiliza como argumento, desde allí, se señala a López Obrador de cobarde por su política exterior en este proceso.

Sin embargo, la postura conjunta de los gobiernos de México y Uruguay dista de ser neutral. El comunicado conjunto demanda con urgencia "a todos los actores a encontrar una solución pacífica y democrática" y propone "un nuevo proceso de negociación incluyente y creíble, con pleno respeto al Estado de Derecho y los derechos humanos".

Así, hacer una apuesta firme, clara y radical por la solución pacífica de los conflictos en el marco de un diálogo democrático, está muy lejos de ser un acto cobarde, mediano o cómplice. Todo lo contrario. En medio de tanta polarización, que suele ser utilizada por posturas radicales para satisfacer sus intereses (expoliación de recursos naturales, venta de armas, control de rutas de narcotráfico), son más que necesarias las iniciativas que tengan la voluntad de mantenerse en una apuesta por construir una salida no violenta.

Pedro Sánchez estará de visita oficial en México miércoles y jueves de esta semana. El presidente del Estado español ha sido uno de los mandatarios que desde la UE presiona a Maduro y le insta a convocar a elecciones con la amenaza de reconocer a Guaidó. López Obrador tendrá la oportunidad de refrendar su postura de resolución pacífica y sin intervención, respetando la libre determinación de los pueblos.

Escrito en: DAVID PÉREZ ORTIZ Venezuela, presidente, postura, intereses

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