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Cuerdas de amor

LETRAS DURANGUEÑAS

FCO. JAVIER GUERRERO GÓMEZ

Voy a dejar de escribirte, para ver si es posible que las palabras viejas como la piel de las serpientes se renuevan. No tengo en la boca más sonidos, todos por ti se han expresado. Por eso este respiro imaginario para beber palabras... Para irme de pesca en mar abierto, buscando frases que se ocultan al sol de mi escritura, como esos peces alados que esquivan a la red.

Vacío de pensamientos, como en las rosas quedaron las espinas en agudos recuerdos. Todo lo he dicho: fértil tierra tu imagen, ha dejado el abono de mi rima la lluvia insensible de mi alma. Relámpago cruel y momentáneo, lisonja vil, último aliento.

Me rebelo ante el sueño porque envuelve en sus tules tu porte. Distorsiona tu perfil. Yo que quiero tenerte como te ve la realidad. Mi corazón aprisionado por las celdas irrevocables, cuerdas de amor de tus pestañas... Cruzo la noche cabalgando el Pegazo pegajoso del poema.

Me he quedado sin voz, por decirte lo que se agolpa en los labios. Hoy comenzó con tu luna el cielo...¡Haz abierto los ojos!: La verdad como serpiente se enroscó en mi paso, el nudo interminable de tu corazón, mi nombre legionario no puede destrabar.

Sonámbulo del tiempo, mi sandalia se acurruca a la sombra de tu trino.

Ausencia tu mirar extraño, tu trenza ilusiona mi noche. Voy sereno al duelo del amor con quien se enfrente ya no hay fugas.

Mi universo es el tú, sol sin ocaso la presencia de tu vida en la mía. Dos gotas en el pétalo rodando a la alborada.

Palabra oscura, es el grito que repite tu nombre en el filo de la angustia.

Perro sin rumbo, en la tiniebla aullando al amo que no tuvo nunca... Descanso mis palabras en el fondo de hermetismo egoísta,, para ver si no dichas, como hiedras revientan y florecen al margen de la tierra que pisas.

Quiero la vida sin voltear atrás porque la roca al correr de los siglos rodará por su peso. Mi perseverancia va marcando el camino donde tus pensamientos al final rodarán.

Noctívago inerte camino sin tacto, sobre la hojarasca que dejó el rumor.

Un silencio de estrellas ilumina el presente, vano eclipse tus ojos cerrados. Voy hacia el abismo sin tus dos pupilas, errante y perdido soy un abandono.

Suspiro a tu imagen apegos de ensueño, naufrago sin ruta escarnio de amor. Voces inaudibles, sinfonía inconclusa... truncando las alas por formas de cruz...

Cuando la voz se pierde, queda la mirada. La tuya me describe el oriente, me dice que las voces son ecos que destila el alma.

Una lágrima sin sentir llega al pecho donde el grito la acalla. No cierres los ojos que sin ellos mi senda como a Dante será a tientas. Ceguera de palabras, náufrago sin playa.

Las piedras no brotan al calor del desierto, el fuego es instante que declina la llama. ¡No cierres los ojos!

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS amor, vida, ojos, palabras

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