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¿Amigos de los hijos?

PADRES E HIJOS

¿Amigos de los hijos?

¿Amigos de los hijos?

IGNACIO ESPINOZA GODOY

De acuerdo con la mayoría de los especialistas en conducta (psicólogos y psiquiatras), a pesar de que existe una tendencia o corriente de muchos padres y madres de familia hacia presumir que ellos y ellas son los mejores amigos y amigas de sus hijos e hijas, lo cierto es que no es precisamente algo de lo que se deban jactar ya que el rol fundamental de los progenitores es el de figura de autoridad pues amigos y amigas los podrán tener en la escuela, cerca de sus hogares o en cualquier otro sitio, mientras que padres sólo habrá dos en toda la vida.

Esta tendencia tiende a maximizarse o destacarse cuando son los mismos hijos e hijas quienes presumen que en casa tienen a los mejores amigos, situación que, por supuesto, ha sido fomentada por los propios padres de familia, algo en lo que no coinciden los especialistas ya que de esa manera se confunden los roles de los progenitores, quienes son los encargados de guiar a los vástagos en el proceso de su desarrollo en todos los aspectos, por lo que asumir otro papel va incluso contra la naturaleza de sus funciones para las que debe estar atento y bien preparado.

Según los mismos expertos, es válido hasta cierto punto ser "amigables" con los hijos e hijas en toda clase de actividades; sin embargo, siempre y cuando no se pierda el respeto que los vástagos deben guardar hacia sus mayores ya que si se llega a romper la delgada línea que divide la relación entre amigos y padres las consecuencias pueden derivar en un distanciamiento que no conviene a la familia, toda vez que su restauración se podría convertir en un proceso difícil de lograr, a pesar de los esfuerzos que hagan las dos partes.

Por ello, se insiste en la necesidad de que cada miembro de la familia asuma el rol que le corresponde de acuerdo con su naturaleza, es decir, los padres (ambos, mamá y papá) como figura de autoridad que se encarga de guiar a los hijos, de apoyarles en su desarrollo en sus diferentes etapas, mientras que estos últimos deben enfocarse a las tareas que les tocan y recurrir al auxilio materno o paterno cuando así se requiera, sabedores de que contarán con la ayuda de sus progenitores en el momento que se precise de su respaldo, sobre todo en los momentos de mayor dificultad o conflictos propios de su edad.

En la escuela, cerca del hogar, e incluso entre los mismos familiares (primos y primas), los hijos podrán encontrar amistades duraderas, con intereses afines, pues generalmente se buscan amigos o amigas en personas similares a nosotros, con edades más o menos iguales o con pocos años de diferencia, por lo que tratar de buscar en los padres de familia a esos mejores amigos no es la mejor idea, esto de acuerdo con expertos, ya que los padres tienen una función específica dentro de la sociedad, y esa es precisamente la de guiar a los hijos por el mejor de los caminos.

Es válido -quiero aclarar- el hecho de que padres e hijos se puedan ver como amigos, pero deben tener siempre presente también el hecho de que los primeros siempre desempeñarán el rol de guías de los segundos, tal como la naturaleza lo ha dictado desde el principio de los tiempos, pues los vástagos saben de antemano que amigos y amigas los podrán tener desde la escuela o en el trabajo en el caso de aquellos que ya laboran y viven en el mismo techo de sus progenitores, por lo que saben que sus padres estarán ahí para apoyarles y aconsejarles, por la sabiduría que han acumulado por el paso de los años.

Los padres, amable lector, debemos tener los pies bien plantados sobre la tierra, y asumir con plena conciencia la hermosa responsabilidad que nos corresponde como tales en esa función que se nos ha encomendado desde el cielo para cuidar, apoyar y reforzar el desarrollo de nuestros hijos en todos los aspectos, de ahí que aunque queramos ser los mejores amigos de nuestros vástagos, ese ámbito sólo lo podrán encontrar en personas de afinidades, edades y gustos similares, a las cuales ellos les tocará seleccionar de la mejor manera.

Por más que los hijos y las hijas quieran ver en sus padres y madres a sus mejores amigos y amigas, lo cierto es que sí les podemos ofrecer la amistad en la medida en que ciertas reglas no escritas no se rompan. No obstante, no debemos perder de vista que nuestro rol principal dentro de la familia es el de ser guías, proveedores, el apoyo fundamental, en todo momento que lo requieran nuestros vástagos, un aspecto en el que sus mejores amigos o amigas no podrán suplirnos.

Recordemos que nuestra principal misión, por la que estamos dentro del hogar, es la de criar y educar hijos fuertes, generosos, sensibles, respetuosos y solidarios con los demás, un aspecto que no podrá cubrir ni abarcar ningún amigo o amiga, de ahí que debemos tener muy claro nuestro propósito en la vida y no confundir los roles para no asumir los que no nos corresponden.

Escrito en: Padres e hijos padres, hijos, amigos, mejores

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