Considerada una de las mejores cantantes sopranos del siglo XX, Lupita Pérez Arias es recordada a 14 años de su muerte, que se cumplen este domingo, como una versátil intérprete de innumerables óperas.
Guadalupe Pérez Arias nació en Guanajuato, el 19 de agosto de 1921, en el seno de una familia de escasos recursos.
De acuerdo con la biografía que de ella difunde el portal especializado en música clásica lastfm.es, a la edad de 14 años se mudó a la capital y su padre, quien tocaba la mandolina, la animó a inscribirse en el Conservatorio Nacional de Música, alentando el talento que mostró desde muy pequeña.
Su edad le impidió el ingreso al Conservatorio y fue hasta los 17 años cuando comenzó a estudiar.
Durante la espera, ella se dedicó al negocio familiar de cocina, ubicado entonces en la calle de Articulo 123, en el Centro de esta ciudad.
A pesar de la escasez, su padre la motivó a continuar con su carrera, por lo que la joven Lupita Pérez estudió durante nueve años en el Conservatorio, donde asistió a clases con profesores como David Silva, Carlos Chávez y Eduardo Hernández Moncada.
Como una de las mejores alumnas, se graduó en 1948, ahorrándose un año de estudio gracias a su dedicación y esfuerzo, destaca por su parte la biografía que publica el portal doblajedisney.com.
Más tarde fue enviada a Madrid, España, gracias a una beca; luego ocurriría lo mismo a París, Francia, donde apoyada por una carta del profesor Carlos Chávez, se le otorgó el ingreso a la escuela de Canto.
Formó parte del trío Arcoiris, integrado también por sus amigas Enriqueta Martínez y Lupe Luna.
El trío se presentó en varias estaciones de radio como la XEW y la XEQ. Además realizó una gira con el Ballet Folklórico de Amalia Hernández.
Para 1959, la cantante ya era parte de los escenarios del Palacio de Bellas Artes, e incluso, su gran capacidad la llevó a interpretar las canciones de la Princesa Aurora en La Bella Durmiente, de la compañía de dibujos animados Walt Disney.
El maestro Eduardo Hernández Moncada le abrió las puertas para continuar con su carrera de doblaje, ya que la encomendó a Edmundo Santos, quien la llamó después para la realización de Blancanieves y los siete enanos, en 1964.
Al entregarse completamente a la música, se presentó en los mejores escenarios del mundo, entre ellos el Carnegie Hall de Nueva York, el Teatro Liceo en Barcelona, y en muchos otros ubicados en países como Dinamarca, Rusia, Francia, Holanda.
Sus interpretaciones fueron variadas, desde el personaje de Micaela en la temporada de Carmen, de Georges Bizet (1838 -1875); hasta La Traviatta, su ópera favorita, durante la inauguración de la nueva Basílica de Guadalupe en 1976.
En el año 2001, Lupita demandó a la Compañía Disney exigiendo derechos de regalías por la explotación de sus doblajes en discos, casettes y videos, no obstante ambas películas fueron redobladas ese año con otras voces.
En 2002, se retiró completamente de los escenarios debido a un padecimiento que le provocó una severa pérdida de voz. Murió el 17 de febrero de 2005, a los 83 años.