Multar por vidrios polarizados: ¿medida recaudatoria?
Si se hace un ejercicio de observación en cualquier crucero de la ciudad, se podrá notar que al menos seis de cada diez vehículos traen polarizados los vidrios, por lo que es un número importante de ciudadanos los que resultan afectados con la medida de la autoridad municipal respecto a infraccionarlos por motivos de "seguridad".
Si bien es cierto que las autoridades se respaldan en el Reglamento de Vialidad, también es cierto que en casi dos años de la actual administración no se había movido un dedo en este sentido, pues si lo hubieran hecho, no existirían tantos carros con los vidrios oscurecidos. Que en pleno año electoral se "den cuenta" que es una infracción despierta sospechas de que se trata de una estrategia recaudatoria.
Ahora bien, surge la duda sobre las medidas que se tomarán contra los establecimientos que se dedican a polarizar vehículos, pues bajo la regla actual están realizando una actividad que va contra la ley. De manera que ahora, para polarizar deberán exigir al cliente el certificado médico que avale es necesaria esa protección de los rayos solares. ¿O cómo se procederá en estos casos?
La verdad es que la mayoría de los propietarios de vehículos, polarizan los vidrios como una forma de aminorar el calor (sobre todo cuando se carece de aire acondicionado) y proteger las vestiduras interiores de las unidades, otros tantos, sobre todo los jóvenes, lo hacen para fanfarronear y algunos más, efectivamente, por cuestiones de salud.
Sin embargo, también es conocido, que los automóviles que se usan para delinquir tienen ciertas características además de los vidrios polarizados y las unidades de inteligencia los conocen bien.
Dicen que el buen juez por su casa empieza, así que el primer paso es retirar el polarizado de las patrullas ya que también los ciudadanos, por nuestra seguridad, necesitamos ver quién las conduce, cuántos policías son, a quién trasladan y en qué condiciones. ¿Qué tal si son malandros? Uno nunca sabe.
PUNTO Y APARTE.- Ya se ha dicho hasta el cansancio que el 8 de marzo no es un día para celebrar, ni para enviar flores a las mujeres. Es un día en el que se conmemora la lucha del sexo femenino para vivir libre y plena en una sociedad que muchas veces le impide avanzar al mismo paso que a los varones.
Cada año se hace una evaluación de los logros o retrocesos en la materia y por desgracia, en muchos lugares las cosas, en el mejor de los casos, siguen igual.
En México, el presente de las mujeres no es del todo alentador. De acuerdo a los datos otorgados por la Secretaría de Gobernación, 66 de cada 100 mujeres en el país sufren violencia y se asesina a nueve mujeres y niñas cada día. En el 2018, los feminicidios alcanzaron tres mil 580 víctimas. Todo esto es terrible.
Olga Sánchez Cordero, titular de la Segob, reconoció que un factor común entre estas víctimas es la falta de atención oportuna del Estado para preservar su seguridad y sus vidas. Muchas de estas muertes pudieron ser prevenidas si tan sólo se hubieran tenido los sistemas y protocolos correctos.
Falta mucho por hacer en este tema tanto por parte del Gobierno federal como de los estados y los municipios. Por supuesto, las organizaciones de la sociedad civil también son una parte fundamental. Aún hay demasiado camino por recorrer para que llegue el día en que realidad se "festeje" el Día Internacional de la Mujer.
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