Se encuentran con el sol en pirámide chalchihuite

Minutos después de las siete de la mañana el sol iluminó los escalones de la pirámide que construyeron los Chalchihuites en La Ferrería, el centro ceremonial más importante del Valle del Guadiana. Este 21 de marzo el lugar recibió a decenas de duranguenses por ser el día que cerró el equinoccio de la primavera. Fueron al centro ceremonial para el ritual que les promete energía positiva.

Desde el primer escalón se escucharon los sonidos del tambor, las plegarias y el ritmo de hombres, mujeres y niños que danzan alrededor de una ofrenda con frutas, flores y objetos que simbolizan diversas necesidades humanas.

"Ya na je ya na je ya je ajeo, ya na je ya na je ya na je ajeo", fue el coro que se bailó en la zona arqueológica La Ferrería.

México y el mundo recibió a la primavera con rituales diversos en la pirámide Chalchihuite; los duranguenses pidieron a la naturaleza energía pero también hicieron plegarias por quienes carecen de lo básico como la comida.

Jesús Enrique Torres, quien guió en el ritual, puso a reflexionar a las decenas de niños. Si tuvieran hambre, ¿que preferirían: el oro o comida?

-¡La comida!, dijeron los niños de la Primaria Miguel Hidalgo 2 de la colonia Hidalgo. Luego se pusieron a bailar alrededor de la ofrenda; estaban divertidos con las maracas y el chichtli, un instrumento similar a los silbatos.

Jesús Enrique, maestro del Instituto Tecnológico de Durango, señaló que por años ha participado en los rituales del equinoccio pero es la primera vez que en la localidad ve a decenas de niños.

"Nos da gusto porque eso quiere decir que está despertando la consciencia", dijo.

Otros años viajaban a Chalchihuites, Zacatecas, al centro ceremonial Alta Vista; sin embargo, poco a poco una empresa minera internacional "se adueñó" del lugar. Esa fue la causa que los duranguenses que desean conservar las tradiciones prehispánicas decidieron reunirse en La Ferrería.

Para el maestro esta es una zona que merece reconocimiento, respeto y cuidado porque "los duranguenses aunque tenemos mexicaneros, huicholes y otras etnias, realmente somos una rama de los chalchiuitas".

Hace más de mil años que dicha población se asentó en Durango, en La Ferrería, donde de acuerdo con estudios astronómicos orientaron sus estructuras a los puntos cardinales.

"Esa es la mayor evidencia que tenemos de que sí hacían observación de los astros", sostuvo Cindy Sandoval arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En el sitio han encontrado entierros o sepulturas con dirección al sol.

El estudio de estos aspectos ha permitido establecer que una de las bases del desarrollo de este pueblo fue la orientación de la luna y el sol, indicó la arqueóloga.

"Nos permite conocer cuándo cazaban, cuándo sembraban; así ellos sabían cuándo iba a llover. Lo vemos a través de la arquitectura y de los restos que hemos encontrado".

El sitio, que es el único abierto al público, no sólo tiene la pirámide donde este 21 de marzo se recibió el equinoccio de primavera, sino que cuenta con un complejo de cuartos, rocas grabadas, una estructura para el juego de pelota, entre otros.

Son aproximadamente 52 hectáreas de las cuales están abiertas 22.

La arqueóloga destacó que el sitio es investigado. Las piezas encontradas en el lugar, como vasijas y figurillas de piedra, se exponen en el museo instalado en el mismo sitio. El año pasado se montó una exposición de entierros.

Respecto a la ceremonia para recibir a la

primavera destacó que los asistentes conocen el valor del área por lo que son cuidadosos siempre.

El ritual de música, danza y oraciones de este grupo terminó después de una hora y media en la que los organizadores insistieron en la importancia de reconocer que estas tradiciones son el verdadero origen de nuestro país.