El alcalde de Durango, José Ramón Enríquez Herrera, desde que llegó a la presidencia municipal ha estado en permanente campaña buscando su reelección. Al desmarcarse del gobierno estatal en una expuesta confrontación con el mandatario José Rosas Aispuro Torres, el oftalmólogo de profesión marcó una agenda de autopromoción que le diera mayor visibilidad de imagen a la del propio gobernador.
Durante los dos primeros años de sus respectivas administraciones, la marcada ausencia del doctor Enríquez en la agenda del Ejecutivo por la capital del Estado evidenciaba el conflicto, el cual con el transcurso del tiempo fue creciendo, llevando al alcalde capitalino a presionar incluso al Partido Acción Nacional para lograr la candidatura al Senado de la República, en la primera posición de la fórmula.
Enríquez se fue a campaña sin embargo no dejó de estar pendiente de la presidencia municipal. Nada debía hacerse sin su consentimiento y nadie debía actuar por iniciativa propia; ni siquiera el acalde suplente. Si algo encolerizó al doctor mientras estuvo haciendo proselitismo, fue el acercamiento que tuvo Alfredo Herrera Duenweg con el gobernador Aispuro, pues lo vio como deslealtad a su omnipresencia y una gran traición.
Tras llegar al senado y solicitar licencia, José Ramón Enríquez a su regreso a la presidencia municipal de Durango retomó la agenda de la confrontación y de posicionamiento. Al enfrentar el rechazo de Acción Nacional por retornar a la alcaldía, no cejó en sugerir que el encono se debía al temor de sus adversarios por que éste pudiese lograr la reelección. Los "enriqusitas" no desaprovecharon cualquier espacio mediático para así aludirlo.
Entonces vino la embestida del Congreso del Estado con la que se pretendió obstaculizarle el trayecto llevándole a un juicio político, lo que finalmente lejos de perjudicarle, le brindó la oportunidad de victimizarse y aprovechar para hablar ahora de manera abierta y personal de su aspiración por reelegirse.
Al darse cuenta que las puertas del PAN y cualquier rendija del blanquiazul le fueron cerradas y, bajo al amparo de una ley electoral que no le impide permanecer como alcalde y hacer campaña política al mismo tiempo, José Ramón Enríquez apuntó de pronto su objetivo al partido que fundó Andrés Manuel López Obrador, iniciando una estrategia extraoficial o de rumor en redes sociales, la que el mismo día del registro de aspirantes de Movimiento de Regeneración Nacional se confirmó.
El propio conflicto interno de Morena en Durango y las presiones del senador con licencia Alejandro González Yáñez del Partido del Trabajo, terminaron por dejar fuera al alcalde de Durango en su intento de buscar por este movimiento político y con el amparo del presidente López Obrador, la candidatura que lo llevara a buscar la reelección.
Sin embargo el revés de Morena tampoco le afectó en el ánimo al doctor Enríquez, quien de inmediato retomó la explotación de su imagen institucional apostándole esta vez a la movilización y sensibilización social, esto con la realización de eventos como festivales gastronómicos populacheros, la basificación de trabajadores del ayuntamiento y recientemente, con las implementación de audiencias ciudadanas, las que le propician otro frente cercano con el electorado.
A José Ramón Enríquez difícilmente se le puede dar por muerto políticamente en sus aspiraciones, pues todavía le queda el partido Movimiento Ciudadano que ya lo "invitó" a ser su candidato, y para tal efecto, la imagen institucional de la presidencia municipal de Durango, ahora "casualmente", se ha tornado de color naranja.
EN LA BALANZA.- Los que pretendan ser candidatos a alcaldías por Movimiento Ciudadano tendrán que meterle recursos de su propia bolsa. Así como lo lee usted. La dirigencia estatal del partido ya le advirtió a todos aquellos que aspiran a candidatearse en los 39 municipios, que todo el recurso se invertirá en la campaña del doctor José Ramón Enríquez Herrera, por lo que, quien quiera y pueda, le tendrá que entrar con sus ahorritos para buscar competir en campaña.
CERROS SECOS Y PELONES... La ampliación de requisitos y el retraso en la expedición de licencias de conducir en el vecino estado de Coahuila, ha generado que habitantes de la ciudad lagunera de Torreón se pasen a Gómez Palacio para realizar el trámite. El costo por esta identificación es el mismo en ambas entidades, sin embargo en Durango la vigencia es de un año más.
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