Disculpas

La solicitud de disculpas al Rey de España por parte del Presidente de la República hizo mucho eco en los últimos días. Desde que se dio a conocer la carta enviada para solicitar una disculpa formal de España por los abusos cometidos durante los siglos que México fue una colonia, mucha tinta se ha escrito sobre la inutilidad práctica de la medida, de la imposibilidad que una disculpa pública del Rey de España pueda mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios de nuestro país, siglos después de que sucedieron los hechos.

Independientemente de que la Casa Real española ha negado tajantemente la posibilidad de una disculpa por parte del Rey, al hacerse pública la carta enviada por el Presidente de la República se ha vuelto a poner sobre la mesa el rotundo fracaso del estado mexicano para elevar las condiciones de vida que tienen los pueblos indígenas en nuestro país.

Históricamente la población indígena ha sido vulnerada en sus derechos humanos más elementales. Durante los siglos de la conquista fueron explotados como mano de obra y, lamentablemente, después de la independencia no hubo mejoras substanciales en su forma de vida.

La Revolución mexicana y la Constitución que emanó de ella, aún con derechos sociales de avanzada para su tiempo, tampoco ha cumplido cabalmente con la promesa de elevar la calidad de vida de los mexicanos más pobres: los indígenas.

En octubre de 2017 El Siglo de Durango publicó la noticia de que una niña de 13 años falleció por desnutrición. El hecho, a todas luces una falla de los tres niveles de gobierno y del Estado mexicano para garantizar los derechos humanos más elementales a la población.

Lamentablemente, hace unos días se publicó en estas páginas la denuncia por parte de la Fundación Semilla, organización de la sociedad civil que trabaja por la educación de las niñas y niños indígenas, la muerte de otra niña indígena por desnutrición en Durango.

Este nuevo fallecimiento, lamentable e indignante desde cualquier punto de vista, se da en el marco de la demanda de disculpas al estado español por los abusos cometidos hace siglos en contra de nuestros pueblos originarios.

El responsable de esta muerte y de todas las muertes de niñas y niños por desnutrición es del Estado mexicano del siglo XXI, no de la España del siglo XVII.

El Estado mexicano y los tres órdenes de gobierno que tienen el mandato de garantizar derechos sociales a todos los mexicanos han tenido un rotundo fracaso si suceden hechos como el fallecimiento de una menor de edad por desnutrición.

Ojalá que, a diferencia del año 2017, en esta ocasión pueda haber una respuesta para atacar esta problemática, que tiene muchas aristas, pero que muestra la incapacidad de los gobiernos que tenemos y que no se hacen responsables por sus errores o piden disculpas a sus ciudadanos.

Twitter: @jesusmenav