Afecta a campesinos precio de diésel
En la medida que el programa Diésel Agropecuario, que se aplicó algunos años por parte de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa, hoy solo Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Sader), continúe sin ser implementado, la economía de los campesinos seguirá afectándose cada vez más por el elevado precio de dicho combustible.
De esta manera lo planteó el dirigente estatal de la Organización Agraria Popular (OAP), Sergio Silva Labrador, quien hizo hincapié en que actualmente el precio del diésel –cercano a los 22 pesos por litro- es más alto que el de los combustibles tradicionales que utilizan los vehículos automotores como son las gasolinas Magna y Premium.
“A principios de este año bajó un poco el precio de la gasolina y también el diésel, por lo que ya andábamos muy optimistas en el sentido de que así nos íbamos a ir durante el transcurso del año. Sin embargo, tiene ya alrededor de dos meses o dos meses y medio que el diésel empezó a aumentar más su costo, a tal grado que actualmente no sólo no se ha estado estático el precio, sino que ha seguido aumentando centavos como en los gobiernos federales anteriores”, comentó el entrevistado.
Este es un problema, remarcó, que afecta directamente al bolsillo de los productores agrícolas del sector social del estado de Durango, aunque también resaltó que, adicionalmente, otro aspecto relacionado con este contexto es el relativo al incremento de los precios que han registrado en los años recientes los diferentes insumos que utilizan los campesinos para trabajar sus tierras.
En este sentido, se pensaría que al ganar terreno el peso frente al dólar en su cotización de los meses recientes los precios de dichos insumos también disminuirían. No obstante, subrayó que no ha sucedido de esta forma ya que los productores observan en la práctica, en el terreno de los hechos, que la realidad es diferente por lo que no tienen más remedio que asumir los incrementos en los costos de todos los bienes y servicios que requieren para continuar laborando en sus parcelas, sembrando frijol en su mayor parte.