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LECTURA

Se debe ir más allá en estrategia de lectura

Son necesarios espacios atractivos en los que se pueda leer.

Se debe ir más allá en estrategia de lectura

Se debe ir más allá en estrategia de lectura

CLAUDIA BARRIENTOS

Para conocer nuevos lugares, viajar a través del tiempo y aprender sobre otras culturas no hace falta ir tan lejos, basta con abrir un libro y adentrarse en sus historias.

Se atribuye a Kart J. Weber la frase "los libros son los maestros de enseñanza y de alegría más baratos y la verdadera ayuda para millones de personas".

Quizá por eso los gobiernos de los tres órdenes deberían tener entre sus prioridades el fomento a la lectura, sin embargo, en estados como Durango no existen programas institucionales para que se lea más.

En México, según datos de la Encuesta Nacional de Lectura que llevó a cabo el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se leen 5.3 libros al año, en promedio, cifra que es muy inferior a la que registran otros países como Finlandia, donde el promedio anual es de 47.

Asimismo, de acuerdo a los resultados del Módulo de Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México menos de la mitad de la población (42 por ciento) declaró haber leído por lo menos un libro durante los últimos 12 meses, por lo que la mayoría no leyó ni uno en un año.

¿QUÉ HACER PARA QUE MÁS PERSONAS LEAN?

Entre los aspectos que frenan la lectura está el elevado costo que tienen los libros, por lo que el Gobierno Federal implementó un programa para abaratar ejemplares de editoriales como el Fondo de Cultura Económica (FCE), para que más personas los puedan comprar.

Y, aunque es una estrategia que ya empieza a dar resultados porque se están vendiendo más libros, se debe ir más allá para propiciar que México sea un país de lectores, además de que también las autoridades locales en cada entidad deben mostrar interés por incluir en sus planes de desarrollo estrategias de fomento a la lectura.

En entrevista para El Siglo de Durango, el director de la librería José Revueltas, del Fondo de Cultura Económica, José Solórzano López, expuso que la mayoría de los lectores no lee libros, por lo que se deberían incluir ejemplares como parte de la canasta básica, junto con productos como el huevo o el frijol, para propiciar la existencia de seres humanos más completos y conscientes.

Asimismo, consideró necesario que se desarrollen estrategias integrales como la creación de parques en los cuatro cuadrantes de la ciudad, donde las personas puedan leer al aire libre, "pero no lineales porque es como si yo diera una mejoral cuando se necesita una cirugía".

Además, propuso que en todas las zonas de la ciudad haya conjuntos culturales, donde exista una cafetería, una sala de exposiciones, área para conciertos, sala para niños y tecnologías sustentables. "Pero se tienen que construir, no llevar eso a un edificio antiguo. Esos deben ser para otros propósitos", enfatizó.

En este sentido, expuso que se debe "atender el cuerpo social de manera integral ya que tiene heridas muy profundas" por lo que las estrategias deben ser también contundentes.

“ABARATAMIENTO NO ES LA SOLUCIÓN”

La directora de la Editorial UJED, María Guadalupe Rodríguez López, comentó que, aunque bajar el costo de los libros ayuda a hacerlos más accesibles, para fomentar el hábito de la lectura entre la población se requiere una estrategia integral.

"Muchas veces no nos acercamos a los libros no porque sean caros, si es un obstáculo, pero hay otras maneras más profundas como es la cultura de la lectura que no está arraigada entre nosotros. Quizá ayude poner promociones, pero no debe ser la intención obtener una ganancia económica, sino intelectual", indicó.

Asimismo, coincidió en la necesidad de crear espacios más atractivos para que las personas lean.

"Si nosotros contáramos con bibliotecas atractivas, con bibliotecas repletas de novedades, con bibliotecas con dispositivos virtuales que sean atractivos para los jóvenes que ahora se van mucho a lo virtual, tendríamos más afluencia e interés por la lectura", comentó.

Dijo que, en el caso particular de la UJED, se tiene la idea de abrir círculos de lectura y habilitar espacios para que alumnos y maestros vayan a hacer sus tareas o simplemente se sienten a leer.

"Que cualquier persona que desee hacerlo lo haga porque ahorita no hay espacios para la lectura. Yo creo que puede haber otras estrategias para alentar la lectura, más que el abaratamiento porque no es el punto nodal", concluyó.

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