Equidad: el valor perdido
Las campañas políticas, que en el caso de los tres municipios con mayor cantidad de electores en el estado comenzaron el pasado 10 de abril, ya tienen completa la boleta con la incorporación de los candidatos de Morena, del Partido del Trabajo y del Partido Verde Ecologista. Sin embargo, ya no es posible hablar de comicios equitativos en esta elección para elegir ayuntamientos. Para el caso que nos ocupa, el principio de equidad implica que todos los candidatos tengan la posibilidad de iniciar la contienda electoral en igualdad de circunstancias.
El penoso espectáculo que presenciamos para definir las candidaturas de Morena en este proceso electoral a nivel local no debe quedar solamente en una anécdota más de como la ambición política llega a niveles en donde se pierde la ética y la fama pública que deberían tener los diferentes actores políticos involucrados, guardando el más elemental respeto a su condición de representantes populares.
Lamentablemente, este episodio también trastocó la equidad de la contienda electoral, uno de los valores democráticos que, se supone, es un pilar para que podamos elegir de manera libre e informada a nuestros gobernantes.
La batalla legal que se dirimió ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tomó tiempo de las campañas, con lo que los candidatos de Morena, aprobados por la autoridad electoral local recién iniciaron campaña, lo que inevitablemente los pone en desventaja frente a aquellos candidatos que, en el caso de los tres municipios con mayor población en el estado, han desplegado su mensaje a la ciudadanía desde el 10 de abril.
Por inverosímil que parezca, la presentación de dos planillas por parte de un mismo partido político, una de ellas basándose en documentos apócrifos para obtener la nominación, no puede repetirse en las campañas electorales locales que tendremos en 2021 y 2022. La falta de equidad en la contienda en este proceso electoral es un precedente grave, pero lo sería aún más no tomar las medidas necesarias para evitar un escenario en donde el tiempo que toma dirimir judicialmente la selección de candidatos por parte de los partidos políticos altere la equidad en la contienda.
Es preciso incorporar los cambios institucionales necesarios para evitar situaciones como la que vivimos en este proceso electoral, de tal manera que, previo al inicio de la contienda, los candidatos registrados y validados por la autoridad electoral, ya sea independientes o propuestos por algún partido político, cuenten con la certeza de que cualquier impugnación fue resuelta de forma definitiva en la última instancia judicial antes del inicio formal del periodo de campaña.
Twitter: @jesusmenav