Durango

Al Larguero

SUGERENTE

Alejandro Tovar

Los recuerdos tiran de otros, van y vienen, por ello muchos viejos fans azules querían el domingo revivir a Victorino, Bustos y Muciño, en vez de Orbelín, Cabecita y Caraglio. Otros buscaban en el pasado el espíritu de Kalimán Guzmán para que aplacara a Marchesín con un tiro libre. Es natural que sucedan estos episodios, como una mirada al pasado al no sentirse atraídos por el presente, en esos claros y sombras por la melancolía de la experiencia de tantos años.

El futbol tiene un lenguaje compartido y no entiende de distancias, posee un amplio poder de intimidación pero también toma atajos al amor y se muestra con un aire de juguete roto. Se especializa en crear personajes a la medida, hace exorcismos en los tiempos infelices y solicita, cínico, alta capacidad de comprensión, lo cual es demasiado pedir para una afición deprimida.

Caixinha y Herrera se nublan solos. Todos quedamos deseando, por el espectáculo, que Cruz Azul dejara de tener jugadores zombis el jueves, parecían como Black Shadow sucumbiendo ante El Santo sin lanzar sus topes de maroma, o Fredo permitiendo que balearan a Don Corleone en El Padrino. El portugués busca excusas, pide extender el plazo de esperanza a sus seguidores.

Enfrente todo mundo sabía que de perder, Miguel condenaría al arbitraje, que tal es su actitud.

El modernismo y la tecnología tiran a la basura las tradiciones por eso somos esclavos de la tv y víctimas de los comentaristas como el culto Fonseca, que partido a partido nos invita a enriquecer nuestro léxico con expresiones como “le ayudó a conservar la chamba”, “a lo que te truje chencha” o “con mucho omelette”. O descubren términos novedosos como “técnica mental”.

Debieran ser los tiempos de este torneo corto, motivo de expectativa, emoción y partidos de trascendencia pero los estadios, salvo León y Tigres no se han llenado a reventar como antaño y sobre todo el Azteca ha mostrado lagunas enormes, porque pese a las temperaturas del futbol, sigue predominando la mezquindad y cada vez importa menos el juego que el resultado.

Los regios están en semifinales pero llegan raspados, pasando por su mejor lugar en la tabla, sin establecer diferencias marcadas por su volumen de juego, contundencia y esplendor. Solo dejando ver que Gignac es crack 24 horas al día y que Funes Mori es mitad hombre y mitad jugador poliédrico. Por encima está Pizarro que parece estrella del rock con inteligencia artificial.

Adoptado y enriquecido por el empuje comercial y lógico de la globalización, el futbol es un instrumento de dominio para los medios aunque el producto les ha fallado hasta ahora y tienen fé al igual de la gente, de que cambie el paisaje, pues el futbol se escapa de las previsiones como anguila, porque además es un juego que tiende puentes entre la sociedad, la cultura, la comunicación y aunque la dictadura tecnológica nos mantiene a raya, se debe cuidar más la oferta verbal y escrita, no siempre de afilada inteligencia y algunos empeñados en dilapidar la herencia.

[email protected]

Escrito en: futbol, tiran, mitad, inteligencia

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Durango

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas