Bonita cosa: Ahora resulta que los transportistas quieren imponer condiciones

Y ahora resulta que el sindicato de la Alianza de Camioneros se opone a la realización de exámenes periódicos y sorpresivos para detectar a conductores que manejan bajo los influjos de alguna sustancia, ya sea alcohol o droga; tampoco asisten sus integrantes a las capacitaciones para mejorar el servicio de rutas y taxis y, además, amenazan con tomar la sede de la Subsecretaría de Vialidad y otras dependencias gubernamentales si no se les permite que sus unidades lleguen hasta la Feria Nacional de Durango, ruta que fue concesionada exclusivamente al Sindicato de Transportes Mixtos, según denunció Jorge Campos Murillo, subsecretario de Movilidad y Transporte en Durango.

Por su parte, Raúl Medina Samaniego, líder sindical de la Alianza de Camioneros, retó a los funcionarnos de Movilidad y Transporte a "someterse al examen antidoping antes de proceder con los choferes". También dijo que, desde el año 2006, su gremio tiene permiso para que los autobuses azules circulen hasta el recinto ferial y acusó de corrupción a la dependencia encabezada por Campos Murillo. El dirigente sindical habló de la venta ilegal de juegos de placas para taxis al mejor postor y la petición indiscriminada de "moches" a transportistas por parte, según aseguró, de la Subsecretaría de Vialidad.

Ahora bien, nadie desconoce el empoderamiento otorgado en Durango a los sindicatos del transporte, sobre todo a los que prestan el servicio urbano a pasajeros, como los casos de la Alianza de Camioneros y de la Confederación de Trabajadores de México, tan venida a menos a últimas fechas, por cierto.

Para fortuna de todos, transcurrieron ya los tiempos en que el titular de la Dirección de Transportes era una cartera de gobierno perteneciente a la CTM, organización sindical que se adjudicó la prebenda de condonar todas las infracciones a sus conductores y librarlos de cualquier conflicto vial, así fueran los responsables del percance.

En el presente, todavía causa resquemor involucrarse en algún incidente vial con un taxista, porque al momento se agrupan sus compañeros para defenderlo, lo cual no sería criticable si acudieran solidariamente para auxiliar en la desgracia, pero muy seguido lo hacen sólo para amenazar a quien "se le atravesó" al taxista, sin importar si es responsable o no.

Y, aunque es innegable el excelente servicio que prestan algunos conductores, tanto en el servicio de autobuses como en taxis, no son pocos los que abusan de los pasajeros y provocan incidentes desde leves hasta graves; o sea, convierten su servicio en un riesgo, pero eso sí: se oponen a que otros lo hagan bien; por eso rechazan la llegada de otras empresas. El servicio nocturno de taxis, por ejemplo, nomás no mejora en Durango.

Como prestadores de un servicio, los transportistas, sean o no sindicalizados, están obligados a obedecer la ley y a las autoridades, por lo que no pueden negarse a los operativos "antidoping" y sus líderes sindicales no tienen por qué lanzar retos a las autoridades ni hacer alarde de buenas intenciones ante la ciudadanía, cuando tantas veces han promovido la impunidad.

Por supuesto que deben ser investigadas las denuncias en contra de las autoridades; que ofrezcan pruebas y se deslinden responsabilidades, pero por lo pronto, lo que deben hacer los transportistas es someterse a lo que la autoridad determine y mejorar la calidad del servicio. Los usuarios del transporte en Durango merecen un servicio digno, eficiente y muy seguro, lo cual hasta hoy es una utopía.

COLMILLOS Y GARRAS

LA DESESPERACIÓN ES tal en ciertos directores del Ayuntamiento, que andan buscando conexiones con el presidente electo, Jorge Salum Del Palacio, para ponerse a sus órdenes y garantizarle la continuidad de un buen desempeño. Y no son uno ni dos... CURIOSAMENTE, LOS QUE más activos anduvieron en la pasada campaña en apoyo a su jefe, los que más presionaron y acosaron a sus subordinados para aumentar la votación hacia el aún alcalde en funciones, son los que ahora buscan el favor de Jorge Salum. Y eso que juraron lealtad hasta el final... POR SUPUESTO QUE cometería un error Jorge Salum al darles una oportunidad a estos directores acomodaticios, que únicamente aprendieron a realizar "grilla" barata y tropelías, pero no a servir a la ciudadanía y que ahora ya tienen otros horizontes.

Twitter @rubencardenas10