Persiste la morosidad pese a cortes de agua
Ni con los cortes del servicio de conducción de agua potable en sus domicilios han respondido los usuarios morosos de Lerdo pues en vez de acudir a pagar al Sapal y ponerse al corriente, esperan a que las cuadrillas se vayan y se vuelven a conectar, de forma clandestina.
"Yo sigo cortando el agua, no ha habido la respuesta que yo quiero pero por mí no va a quedar. Muchas veces esperan a que se vaya uno y se conectan", declaró Gustavo Samaniego Holguín, director del organismo operador de agua.
Mencionó que desde finales de junio y hasta la fecha, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado contabiliza entre 300 y 400 cortes de agua potable mientras que la captación fluctúa entre los 20 y 32 mil pesos. "Son muy variables los pagos que están haciendo (los usuarios) nosotros estamos trabajando con lo que hay", comentó.
A partir del viernes 29 de junio, el Sapal dio inicio con la suspensión del servicio de agua a los usuarios morosos en al menos diez colonias del municipio de Lerdo.
En su momento, Gustavo Samaniego Holguín, dijo que se trataba de una medida "desesperada", que se originó a raíz de que la mayor parte de los morosos desatendiera los programas de descuentos y de que otros usuarios dejaron de pagar de forma puntual.
Incluso, informó que se estaban captando 20 mil pesos diarios y que de un padrón de 36 mil usuarios que tiene el organismo, anteriormente pagaban 10 mil 800 personas, pero ahora sólo lo hacen 4 mil 200, lo que impacta severamente en sus finanzas.
El director del Sapal también dijo que desde mayo del año en curso la falta de pago comenzó a agravarse y que posiblemente fue debido a la promesa de campaña que hiciera el ahora alcalde electo del PRI, Homero Martínez Cabrera de aplicar "Borrón y Cuenta Nueva" a los usuarios morosos.
Samaniego Holguín dijo que una vez que iniciara la suspensión del servicio de agua potable a morosos, esperaba captar recursos para poder hacer el pago del servicio de energía eléctrica y poder cubrir la nómina del Sapal, que mensualmente asciende a alrededor de dos millones de pesos entre sindicalizados y empleados de confianza.