Editoriales

Verdades y Rumores

Por el Agente 007

Tal parece que el dicho “hierba mala nunca muere” está más que comprobado en el Ayuntamiento de Torreón, pues nuestros subagentes, disfrazados de taxistas inconformes, nos informan que el removido exdirector de Servicios Administrativos y hoy exiliado en la oficina de asuntos sin importancia del antiguo Banco de México, Antonio Loera López, no ha dejado de mover los tentáculos de su mafia al interior de las direcciones municipales con el objetivo de mantener el control sobre estas y manejarlas como caja chica, razón por la que nuestros informantes nos dieron a conocer que en días pasados el funcionario nombró como jefe de inspectores de autotransporte a su protegido Jesús Rafael Rosales Arreola, empleado que, como recordará usted, estimado lector, fue blanco de críticas hace unos meses debido a que quedó al descubierto que el susodicho trabajador sindicalizado del ayuntamiento, y quien es miembro activo del PAN en Torreón, misteriosamente trabaja y cobra de manera simultánea en el Gobierno del estado de Durango y en la administración zermeñista, percibiendo un sueldo de envidia que, como dijera AMLO, no lo tiene ni Obama.

Sin embargo, esta situación no solo no resultó irregular para el alcalde Zermeño, sino que, por si eso fuera poco, premiaron a Rosales Arreola dándole el citado nombramiento en Autotransporte Municipal, por lo que los subagentes dicen que don Antonio Loera no cabe de contento, ya que, según él, mató dos pájaros de un solo tiro, pues por un lado con este nuevo nombramiento cierra la pinza y tiene a tres de sus mejores súbditos en áreas clave para la recaudación de los dineros, pues a su pariente Miguel Rangel Loera lo tiene como encargado de Plazas y Mercados, a Rolando Anaya en Inspección y Verificación y ahora suma a su protegido en Autotransporte, los cuales diariamente le rinden cuentas como si fuera la ventanilla de ingresos; mientras que por otro lado le demuestra de qué lado masca la iguana a su acérrima rival, la señorona de los números Natalia Virgil Orona, quien, dicho sea de paso, sería bueno que en su papel de superasesora o contralora investigara si el nuevo nombrado, quien también labora para el Estado de Durango, podrá cumplir con su horario y obligaciones como inspector de Autotransporte en esta dependencia.

Al parecer quien anda muy activo en su papel de autoridad es el primer regidor del Ayuntamiento de Torreón y panista consentido Ignacio Ramírez, quien en días pasados se indignó públicamente e hizo un llamado a las fuerzas del orden y del bien para unirse ante la posible llegada de una nueva empresa de transporte público en la modalidad de aplicación electrónica, nada más y nada menos que la gigante asiática Didi, que llegó con la promesa de hacerle competencia a la desgastada Uber, que a pesar de que a sus conductores se les olvidó ofrecer dulces, botellas de agua, encender el clima o poner la música de preferencia del pasajero, sigue siendo la líder en el mercado. La cosa es que don Nacho inició una campaña mediática y jurídica para impedir el ingreso de esta plataforma en la región. No vaya a creer, estimado lector, que su activismo se deba a que el regidor y su primer círculo familiar son propietarios de más de un centenar de concesiones de taxis, algo que incluso ha obligado al panista a abstenerse en algunas votaciones por evidentes conflictos de interés. Nuestros subagentes, disfrazados de unidad destartalada de taxi, nos informan que, además de sus propios vehículos, a don Nacho ya le empezaron a cobrar los favores que algunas empresas de taxi en la región le realizaron a su partido durante la última elección, e incluso le dieron un ultimátum para que buscara frenar a los servicios electrónicos de transporte o se verían obligados a darle una desconocida durante las próximas elecciones, razón por la que al propietario de una cadena de taxis y político lagunero se le ha visto con tanta energía enfrentando el problema como si de la llegada de un grupo terrorista se tratara, y no como una opción de negocio que puede venir a solucionar la falta de trabajo que tanto se hace presente en la ciudad.

Y donde sigue la mata dando es en el "unido" PRI de Torreón que presumiera hace unos días el presidente estatal Rodrigo Fuentes Ávila, pues, de acuerdo con nuestros subagentes, disfrazados de listas de militantes infladas, la coordinadora de Educación en La Laguna, Flor Rentería, a decir de ella, apadrinada por un saltillense de la política en la región, asegura que gracias a las cuotas de género para las próximas elecciones por las alcaldías en Coahuila ella será la bendecida con la candidatura para recuperar Torreón, por lo que de acuerdo con los reportes de los subagentes, a través de las juntas que la coordinadora realiza con los grupos de maestros en La Laguna, ha empezado a promocionarse, así como a pactar compromisos con las bases sindicales para solicitarles su apoyo en su búsqueda para recuperar la Perla de La Laguna, lo que augura que la lucha por la candidatura en cuestión desatará guerras encarnizadas al interior del partido que pudieran romper la tan presumida unión que, según el jefazo estatal y la lideresa local, Olivia Martínez Leyva, reina hoy en el tricolor, por lo que es cuestión de tiempo para ver quien más se suma a la lucha por la silla del edifico más caro de la Plaza Mayor, tal y como ya lo está haciendo la maestra Rentería, a la que, dicho sea de paso, le ha dado, al igual que a otros funcionarios de bajo nivel del Gobierno de Coahuila en La Laguna, por ostentarse como subsecretarios cuando esto es imposible; sin embargo, curiosamente aun y cuando varios de ellos fueron diputados y se supone que saben de leyes, tal parece que olvidaron que para que pudieran elevar sus cargos de simples coordinadores al rango de subsecretarios tendría que cambiar la Ley Orgánica para el Estado de Coahuila, en la que se especifican las facultades que tiene cada puesto, y para esto sería necesario que el gobernador en turno enviara una iniciativa al congreso local y este la autorizara.

Acaba de surgir un nuevo "lord", o al menos así intentó charolear el sobrino del alcalde de la Cuarta Transformación en Matamoros, Horacio Piña, cuando fue aprehendido por andar jugando al vaquero mientras hacía algunos disparos al aire con un arma de fuego, pues los elementos federales lo detuvieron mientras trataba de huir. Cuando los efectivos le dieron alcance al pilluelo Roberto "N", este se identificó como sobrino del edil morenista, que de nada le sirvió, ya que fue presentado ante la autoridad competente, convirtiéndose en la primera detención de la Guardia Nacional en Matamoros. El miércoles durante la audiencia frente al juez de control lo dejaron ir, pero con un bonito brazalete como medida cautelar para tenerlo vigilado hasta la próxima audiencia, donde tendrá que aclarar muchas travesuras y no precisamente relacionadas con su árbol genealógico. Nuestros subagentes, que todo lo oyen, nos reportan que el muchacho ya le hizo pasar un mal rato al alcalde, quien se encontraba disfrutando del sol y la playa de Baja California durante unas inmerecidas… Perdón, merecidas vacaciones. La cosa es que al alcalde Horacio y al honorable cabildo de Matamoros se les suma un nuevo problema con el sobrino travieso, como ya le dicen algunos funcionarios en el municipio del melón y la sandía al jovenazo detenido, fuera del que tendrán que enfrentar por haberse adelantado una quincena de sueldo para poder pasar unas vacaciones a gusto, ya que, según se dice en la capirucha del sarape, los congresistas preparan un extrañamiento para los integrantes del cabildo por violar la Constitución de Coahuila y el Código Financiero para los Municipios del Estado, donde se prohíbe de manera explícita otorgarse remuneraciones y beneficios adicionales.

Escrito en: que,, quien, subagentes,, durante

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas