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Agua para todos

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LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

La solución del problema del agua en la Comarca Lagunera, tal y como está siendo debatido a nivel oficial y frente a la sociedad civil, puede convertirse en un gran aglutinante de la comunidad en torno a un reto común a vencer, o derivar en un desacuerdo generalizado que conduzca al fracaso.

El diagnóstico de la cuestión revela una problemática múltiple, que implica por lo menos, la necesidad de recargar el acuífero subterráneo mediante el paso de las aguas del Río Nazas a través de su lecho natural, detener la sobreexplotación de pozos profundos mediante la aplicación de sistemas de medición y control en las unidades de producción agrícolas y ganaderas, así como rehabilitar los sistemas de distribución del líquido elemento en la mancha urbana, cuya falta de mantenimiento hace que se pierda hasta la mitad del agua potable, antes de llegar al pié del domicilio de los usuarios.

En medio de la crisis, se analiza la propuesta de construir un acueducto que conduzca agua desde la presa Francisco Zarco, que se trataría para a hacerla apta para el consumo humano, por medio de un planta potabilizadora para ese fin. Lo dicho implica que el proyecto deberá estar soportado en dos elementos principales, acueducto y planta potabilizadora.

La propuesta referida con antelación no es nueva, sino que forma parte de un proyecto futurista acariciado por el imaginario colectivo comarcano desde hace décadas, pero que hasta la fecha no ha sido concretado en un proyecto específico. Es el momento de que generar un proyecto soportado en un expediente técnico que analice y determine de modo profesional el costo beneficio de la obra, para llegar a una conclusión práctica sobre su grado de viabilidad.

El reto en esta fase del problema consiste en concretar el proyecto, y toca al Gobierno Federal el encabezar la tarea seguido de los Gobiernos de Durango y Coahuila, geográficamente involucrados, y requiere además de la participación de la ciudadanía organizada, lo que implica de manera muy especial a quienes tengan algo que ofrecer en el campo de la ciencia y de la tecnología.

Ya se escuchan algunas voces en tono de debate entre ecologistas, técnicos especializados o simples ciudadanos interesados en el tema, que discuten en pro de una solución o de otra, cuando en el caso específico el descuidar alguna de las vertientes de atención del problema no es opción. No se trata de elegir entre hacer esto aquello en forma disyuntiva, sino de aplicar las solución en todos los rubros de la problemática sin excepción o sea, emprender un programa de emergencia tendiente a detener la sobreexplotación a base de sistemas de medición, control y cobro justo del consumo; iniciar la construcción del acueducto y la potabilizadora, y acometer de inmediato el mantenimiento de las redes de distribución. Todo al mismo tiempo, no hay de otra.

La repetición hasta la saciedad de las voces apocalípticas que en medio del escenario de crisis, anuncian que los pozos se abatirán en tanto o cuanto tiempo, a estas alturas está por demás. Es menester que demos por concluida la fase del diagnóstico, y nuestras autoridades se adentren en la segunda etapa, en la que resulta indispensable concretar el proyecto, que se realizará en la medida en que exista voluntad política de la autoridad y exigencia ciudadana.

En el horizonte de solución del problema que nos ocupa, nada se advierte fácil. La determinación de un liderazgo efectivo por parte de la autoridad federal y la voluntad de coordinación entre los gobiernos estatales, aún está por verse. Por lo que hace a la participación de los ciudadanos, a nosotros nos toca evitar que la necesaria discusión del tema derive en un desacuerdo que conduzca al fracaso, y aprovechar el reto como un aglutinante social, que conduzca a un resultado exitoso.

Escrito en: Archivo Adjunto solución, problema, conduzca, proyecto

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