Alimentos contra la trombosis

Si por desgracia hemos sufrido alguna afección pulmonar o arterial, nuestro médico nos tendrá totalmente medicados con fármacos anticoagulantes, pero si no, e interpretamos que nuestro flujo sanguíneo puede estar comprometido debido a nuestro sobrepeso o estilo de vida, deberemos tomar medidas por nuestra cuenta. Además (como si esto no fuera suficiente), según envejecemos, las paredes de nuestro sistema vascular se hacen cada vez más rígidas, lo que es un factor de riesgo para la creación de trombos.

Hay alimentos que tienen la propiedad de diluir la sangre. Son un buen complemento y una buena prevención, pero no sustituyen para nada las recetas y recomendaciones de nuestros médicos, porque esto es un problema de salud muy serio.

¿CUÁLES SON LOS ALIMENTOS MÁS EFECTIVOS?

Este es el caso del ajo, un protector de la función endotelial de nuestros vasos sanguíneos. La ingesta diaria de ajo puede jugar un papel en la prevención de episodios arteroescleróticos.

Los niveles altos de colesterol también son un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades trombóticas en nuestros vasos sanguíneos, pero el consumo de ajo es una opción alternativa más segura que las medicaciones destinadas a bajar los niveles de colesterol.

Tales son sus efectos que la propia Sociedad Americana de Anestesiología recomienda evitar el consumo de ajo hasta una semana antes de las cirugías.

El segundo alimento potencialmente beneficioso contra los trombos que pueden complicarnos la vida es la cebolla. Mucho se ha investigado al respecto de los efectos sobre la liquidez de nuestra sangre de esta hortaliza.

La cebolla tienen efectos favorables en los factores de riesgo de los pacientes sanos y también en los que padecen arterioesclerosis.

EL GANADOR

Lamentamos decir que hay uno mucho mejor que el otro. Esto lo dejó muy claro un estudio elaborado por las Universidades de Kuwait y de Odense (esta última en Dinamarca). Descubrieron que los efectos de la cebolla eran mucho menores a los del ajo, incluso con menores concentraciones de producto. Además, sus efectos son muy limitados en el tiempo, lo que significa, en palabras de los propios científicos, que "el ajo debe tomarse más frecuentemente para conseguir sus efectos preventivos frente a la trombosis".

 EL CALOR, EL ENEMIGO

Es curioso que los alimentos con unos mayores efectos antitrombóticos sean los componentes fundamentales del sofrito. Pero hay un problema: el calor elimina completamente los efectos antitrombóticos de estos dos alimentos. La cebolla y el ajo son mejores inhibidores de los trombos si se consumen crudos que si se cocinan.

Dado que el ajo y la cebolla se consumen normalmente cocinados, su eficacia como hierbas preventivas de la salud cardiovascular puede estar en duda.

Ambos alimentos no pueden prescindir en nuestra cocina ni en la gastronomía tradicional, así que será razonable pensar que estamos más protegidos de lo normal frente a los coágulos.

Sin calor

Se cocinan regularmente a alta temperatura, lo que pone en duda su eficacia curativa. El consejo, comerlos crudos.

¿Sabías que...?

El ajo debe tomarse frecuentemente para conseguir sus efectos preventivos frente a esta enfermedad.