Hoy me siento inspirada para escribir sobre la enorme importancia de los amigos en nuestras vidas. Decía Helen Keller: "Preferiría caminar en la oscuridad con un amigo que caminar sola en la luz." Todos anhelamos conexiones profundas y significativas. No importa por lo que estemos pasando, nuestros amigos estarán a nuestro lado todo el camino.
Puedes saber todo sobre una persona por quienes son sus amigos. Desde la infancia y durante todo el ciclo vital, los amigos forman una parte esencial en nuestro día a día. En la amistad no hay límites, ni reglas escritas sobre cómo deben ser las cosas, salir con los ellos nos nutre el alma, nos aliamos o relacionamos con quienes son más afines a nosotros y nos dan soporte anímico y vitalidad.
No se necesita seguir un guion para ser el mejor amigo de alguien, solo necesitas ser tú mismo, abierto, sincero y confiable.
Algunos de los recuerdos más preciados que tenemos son los momentos al lado de nuestros mejores amigos. Con ellos, no tienes que hacer algo loco para pasar un buen rato, la pasas igual de bien en su casa "haciendo nada" en silencio o rompiendo en carcajadas hasta que te duele el estómago, recordando momentos felices. Resulta terapéutico estar con alguien que te apoya, te anima y te conecta a un nivel profundo.
No existe ninguna duda de que las amistades hacen que la vida sea mucho mejor, son a quienes podemos llamar en los momentos de vulnerabilidad y soledad o cuando estás a punto de comerte la pizza entera, un pastel de chocolate y la botella de tequila. Contestan tus mensajes en la madrugada y lloran contigo en los días más difíciles, te quieren cuando eres terrible e insoportable, cuando no eres divertido y cuando repites la misma historia mil veces.
Cuando cometemos errores y necesitamos que nos digan la verdad, de frente, sin anestesia y salvajemente, aunque duela, las únicas personas encargadas de hacerlo, aunque no se lo pidamos, serán nuestros mejores amigos, solo ellos están autorizados para decirnos nuestros errores sin que los miremos feo. Confiamos tanto en ellos que son los únicos a los que volvemos cómplices, contándoles nuestros secretos más interesantes y obscuros. Los amigos, son los compañeros perfectos en nuestras mejores aventuras.
Viajar o cantar en el karaoke, dejan de ser momentos comunes y corrientes, la vida se vuelve simplemente extraordinaria a su lado. Los amigos son la familia que elegimos y sin importar el lugar, lo importante es estar cerca de ellos.
La diversión y la felicidad en su compañía, estarán 100% garantizadas. Existe una especie de telepatía, no necesitas explicar el chiste, te conocen tanto, tanto que siempre que vea algo que le recuerde a ti dirá "eso es muy tú". Con los buenos amigos pueden pasar largos periodos de tiempo sin hablar y eso no lastima la relación, siempre retomas el punto de donde lo dejaste. Son ¡adorables!, aunque uno sea necio, terco y testarudo, siempre te perdonan que no sigas sus miles de consejos que te dan.
Afortunadamente hay personas que, a pesar de conocer todo de nosotros, nos quieren mucho y siempre nos ofrecen su amistad sin límite. Esos son los verdaderos amigos, hay quienes van y vienen, pero siempre están ahí de una u otra forma.
Puede que la vida no siempre sea fácil, pero algo es definitivo: nunca lo superaras sin tus amigos. Siempre he necesitado amigos espirituales, que te llenan el alma, con su buen corazón, con esa energía particular que tienen.
Ser un verdadero amigo significa creer en otra persona, estar a su lado en las buenas y en las malas, y amarla sin condiciones. Se ha dicho que, si tenemos un amigo verdadero, en nuestra vida entonces somos realmente bendecidos, pero creo que la bendición más grande de todas, es ser un verdadero amigo para alguien más. Algo muy bueno tuve que haber hecho para que tú me ofrecieras tu amistad incondicional, adoro a mis amigos son benditamente ¡increíbles!
Estas personas son verdaderos regalos en mi vida.