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Sofía Gamboa

De Guerra Comercial a Guerra de Divisas

Singularidad Económica

De Guerra Comercial a Guerra de Divisas

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SOFÍA GAMBOA
"Estados Unidos queriéndose proteger de China le entrego el futuro".

— Simón Levy, Fundador de la Cátedra México-China UNAM

Existe un personaje en la historia norteamericana que no ha medido el daño que le ha hecho política y socialmente a su país. Ha entregado buenos resultados macroeconómicos en los tres años que ha gobernado, sin embargo, son resultados a corto plazo. Me pregunto si ya ha reflexionado sobre el daño que ha ocasionado a mediano y largo plazo. Sus Twitters mañaneros, en los que imputa aranceles a países con el motivo de crear un comercio más justo lo han llevado a una guerra comercial con China, guerra que al no poder llevar acuerdos en común se ha tornado en una guerra de divisas. Siendo uno de los mayores afectados el sector agrícola norteamericano, una de sus bases electorales más grandes.

Estados Unidos no supo contextualizar la geopolítica actual. No entendió que China es el país más consumista del mundo y el más poblado. El conductor Rick Sánchez en su programa de CNN comentó que, "por primera vez en la industria, el listado de Fortune 500 desbanca a Estados Unidos con 129 vs 121 empresas. Hace 20 años China solo tenía 8 empresas. Los bancos más grandes del mundo son ya también de esa nación. No hay punto de retorno y más con HarmonyOS".

Entre las industrias norteamericanas más afectadas por la guerra comercial están la agrícola, automotriz, electrónica, tecnológica, química, whisky, equipos médicos, carbón y en menor medida el petróleo. En el mercado chino las industrias más afectadas son la tecnológica, maquinaria, minerales para fabricación, motocicletas, pescado, marisco, carne de cerdo y vaca, verduras, bolsos, ropa y calzado, plásticos o reactores nucleares.

Estados Unidos al pensarse rey en la era de la economía del conocimiento, se sintió amenazado al saber que China tenía en sus manos el mejor adelanto de tecnología, el 5G. Realmente sintió pasos en la azotea, así que en lugar de negociar quiso intimidar a China, que no tenía en su poder ningún sistema operativo. Nunca investigó antes que estos, los chinos (a quienes jamás debieron subestimar), tenían en sus laboratorios y por lanzar el sistema operativo HarmonyOS. La industria tecnológica será más difícil para China, pero establecerá incentivos más fuertes para desarrollar su propio ecosistema. China se dedicará a crear información generada a través del Big Data, el Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial. Áreas, por las que sobresaldrán, y en donde será difícil cobrar cuotas compensatorias, impuestos y/o aranceles.

Ha sido tal la magnitud de las malas decisiones para abordar este tema ante un país que ha decidido jugárselas de "todas a todas". China a pesar de que no quiere esta guerra, no está dispuesta a ceder frente a las presiones de Trump. Esta disputa ha ido de un tema aranceles a una guerra de divisas.

Al fracasar en el acuerdo de la más reciente reunión entre los mandatarios de ambos países, Estados Unidos impuso nuevos aranceles a China, que tendrán vigor a partir de diciembre 2019, por un valor de 300,000 millones de dólares. Derivado de esto, el yuan cayó en la semana pasada, en récord histórico desde la recesión de China en 2008. A lo que Trump contesta llamando a China como manipulación de divisas. Consecutivamente, observamos las bolsas alrededor del mundo con algún tipo de declive. La manipulación de divisas, que a ojos de Trump fue lo sucedido, no así para Xi Jinping, va en contra de lo pactado a través de las organizaciones internacionales tras salir de la crisis en 2008, en donde se había acordado evitar al máximo el proteccionismo y las devaluaciones competitivas de la moneda, factores cruciales en la década de 1930 para profundizar la Gran Depresión y crear las condiciones para el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Cita famoso refrán africano "cuando los elefantes pelean, el césped sale dañado". Aunque el conflicto pertenece a dos países, golpeará al resto del mundo. Es así como México debe visionar de qué manera recibir el menor de daños posibles. México debe de ver una gran oportunidad en la innovación para exponenciar la productividad. Además, tiene la enorme oportunidad de darle un giro económico a su historia, con audacia podemos convertirnos en el foco de inversiones de China.

¡Esta vez sí realizamos un buen juego podremos aparecer en la primera fila de la foto!

@GamboaSofia

Escrito en: Sofía Gamboa Sofía Gamboa de la Parra China, Unidos, guerra, China,

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