Editoriales

Verdades y Rumores

Por el Agente 007

Esta semana los reflectores estuvieron atentos al municipio coahuilense de Sabinas, a propósito de las conversaciones que se sostuvieron con un grupo de expertos internaciones para el rescate de los restos de los mineros atrapados en la tragedia de Pasta de Conchos. La información fue dada a conocer por la diputada federal por Monclova Melba Farías, amigaza del senador plurinominal por Morena y polémico líder sindical Napoleón Gómez Urrutia. Incluso se esperaba que don Napo estuviera presente en el arranque de estas jornadas, pero por una extraña razón no llegó. Nuestros subagentes, disfrazados de minero perdido, nos informaron que el senador se encontraba festejando su cumpleaños, y el fiestón estuvo tan bueno que se le olvidó acudir con los familiares de un sector con el que trata de reivindicarse un día sí y otro también; a los funcionarios de la capirucha del smog encargados de acercar a los familiares de las víctimas con los expertos se les olvidó tener la cortesía de invitar nada más y nada menos que al Gobierno del estado, sin embargo, cuando los subagentes pensaban que se trataba de un asunto político o de partidos, se dieron cuenta de que tampoco fue convocado el representante de la Cuarta Transformación en Coahuila, Reyes Flores Hurtado.

El superdelegado se quedó mirando desde lejos cómo los muchachos de la Secretaría de Trabajo Federal realizaron toda la logística del evento. El caso es que don Reyes, quien se encontraba tratando de ponerle curitas a la fracción de Morena, que prácticamente desaparecía en el Congreso de Coahuila a menos de un año de que se realicen las elecciones intermedias, hizo corajes porque sus compañeros de la 4T no le hablaron para la foto.

Y hablando de Pasta de Conchos, a quien le empiezan a salir más trapillos sucios es a la administración que encabezó el diputado federal Rubén Moreira cuando era gobernador de la provincia de Coahuila, y la entonces Procuraduría General de la República reabrió la carpeta de investigación por la negligencia que terminó con la vida de los mineros, y que le fue entregada con la esperanza de que don Rubén castigara a los culpables de la tragedia. Y es que hay que recordar que los hechos sucedieron cuando su hermano, el profe Humberto Moreira, era el mandamás en el estado, y cerró la carpeta de investigación que buscaba castigar a los responsables; luego la PGR, en tiempos del coquetín expresidente Enrique Peña Nieto, reabrió la investigación para enviarla con la administración estatal de don Rubén, quien curiosamente se quedó callado y dejó que el tema pasara de agache en su administración.

El que no se aguantó las ganas de “saludar con sombrero ajeno” fue al alcalde de Torreón, Jorge Zermeño, quien haciendo caso al dicho de que quien pega primero pega dos veces, salió a presumir la instalación de una nueva empresa en la región. Resulta que a don Jorge le ganaron las ganas y anunció con bombo y platillos la llegada de una fuerte inversión a la ciudad, eso sí, poniendo con letras muy chiquitas el apoyo del Gobierno del estado, quienes, dicen, fueron los que verdaderamente estuvieron de gorrosos para que la empresa se instalara en La Laguna de Coahuila, luego de una prolongada sequía de empleos que tenía a la ciudad con números de inversión poco presumibles en comparación con otros municipios de la entidad, y como cada quien busca llevar agua a su molino, trabajos como tratar primero de venderles tierra a los que quieren venir a invertir terminaba alejando capitales que fácilmente hubieran generado varias cifras de empleos. Nuestros subagentes, que todo lo oyen, nos comentan que también quien quiso colgarse la medalla de otros fue José Luis Hotema, de quien nadie sabe qué hace o a qué se dedica, pero se ostenta como presidente del Clúster Automotriz, y un día sale y otro también en los medios de comunicación haciendo declaraciones sobre la llegada de empresas que piden y firman convenios de confidencialidad, aunque luego, por más que se muerda, no se aguanta y termina cometiendo una serie de indiscreciones que en materia de inversión significan errores que pueden hacer que las empresas se vayan, como ya se está haciendo costumbre, a la capirucha del sarape. La cosa es que ya son varios representantes de la IP los que andan pidiendo que literalmente a don José Luis le tapen la boca. No vaya a ser que termine espantando las ganas de invertir de algunos.

Los que se han convertido en una productiva fuente de recursos son los “viene-viene”, que han creado su emporio en el primer cuadro de Torreón, en específico en el perímetro de los negocios que abarcan desde la Alameda Zaragoza hasta la Plaza Mayor. Nuestros subagentes, disfrazados de parquímetros alterados, cuentan que los franeleros son apoyados por algunos traviesos agentes de Vialidad, quienes a cambio de su colaboración reciben la módica suma de 350 pesos por día, lo que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza no solo para los visitantes al sector, sino para quienes viven ahí, pues ya son varios los altercados que han tenido con los cuidadores de coches que buscan cobrarles aun cuando ocupan un lugar frente a sus propios domicilios, y cuando alguien no se deja caer con la propina, suelen surgir los disgustos y las diferencias. Incluso algunos vecinos han registrado con sus teléfonos la tarifa, que durante los fines de semana puede llegar hasta los 50 pesos y que suele ser acompañada de la tradicional frase “yo se lo cuido, joven”, mientras los vecinos se resignan a que ninguna autoridad atienda sus denuncias.

Con eso de que los agentes de vialidad andan tratando de incursionar en el mundo de los “youtubers”, ahora los agentes “hacen valer” el reglamento de tránsito a como dé lugar, y es que luego de que circularan por las inestables redes sociales una serie de videos en los que los elementos de vialidad se enfrentan con los ciudadanos y en ocasiones llegan a agresiones físicas por parte y parte, un nuevo video exhibe el foco rojo en el que se está convirtiendo esta práctica. En las imágenes se aprecia a un intrépido grupo de oficiales de tránsito, quienes, como si fueran elementos del GATE, someten al conductor de una cuatrimoto que, según el dicho de los oficiales, tenía “aliento alcohólico”, y lo someten cual peligroso criminal. Los hechos hicieron que la oficiosa fracción priista en Cabildo de Torreón pidiera la destitución inmediata del jefazo de vialidad, Pedro Luis Bernal, cosa que al parecer no es que le preocupara mucho que digamos al alcalde Jorge Zermeño.

Escrito en: quien, haciendo, Jorge, inversión

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas