"Merque este maravilloso remedio; tiene más propiedades que un político".
Jesus Martínez "Palillo"
Al abrirse el telón de la carpa, aturde una estruendosa ovación; una persona excesivamente delgada aparecía, vestida con ropas humildes, guaripa y enormes lentes con fondo de botella; siempre fumando cigarrillos y con un papel en la mano expresando: "estoy amparado". Era Jesus Martínez, "Palillo"; cómico mexicano apodado "El rey de las carpas". Antes de entrar en escena leía las últimas noticias y con ellas iniciaba su cáustica actuación de crítica política; era imposible que algún funcionario envuelto en algún "chisme" se salvara de su mordaz ironía y picardía; desde el presidente de la república, secretarios de estado y legisladores, pasando especialmente por el "Regente de Hierro" que en varias ocasiones lo encarceló.
Corrían los años 40´s hasta 70´s. Un solo poder dominaba el país y los autoritarios gobernantes eran "perdonavidas" empistolados, rodeados de multitud de guaruras y todos, especialmente los comunicadores sociales, les guardaban un profundo respeto que rayaba en terror.
"Palillo" definía las elecciones como un Carnaval, una pachanga sexenal con participación de todos, unos disfrazados de bueyes y otros de borregos. Puntualizaba a los políticos con múltiples atributos: símbolos de saqueo, de atraco, latrocinio, indignidad, cinismo. Conductores de estúpidas, pésimas y rateras administraciones. Hijos de toda su contrapelona; malnacidos, logreros, saqueadores, esdrújulos, archipiélagos, cafiaspironómicos, pentagrámicos, sanjuanletranescos, pulpos chupeteadores, pitufos, mulas aparejadas que despedazan la dignidad de la ciudadanía y la economía, malditos, desgraciados, perversos, pútridos, méndigos sátrapas, dinosáuricos, culminaba este exorcismo con una dedicada flatulencia.
"Palillo" Martínez se declaraba a sí mismo como "un portavoz del pueblo". Fue víctima de encarcelamientos, acosos, quebradas de dentadura; era un hombre sin miedo que le decía a los gobernantes la pura verdad, y como sus sátiras no eran del gusto del régimen priista, pues..." Presentaba temporadas de obras cómico-satíricas en diferentes carpas donde duraban varios lustros, entre sus más destacadas estuvieron "Ali Baba y sus ladrones" (contra Miguel Alemán a quien bautizó como "Ratón Miguelito"). "Agarren a Lopez por pillo" (a José López Portillo); otras fueron "La corrupción S.A." (denuncia anticipada dos décadas); "Cuna de robos"; "El retrato de Dorian Buey" y "El maleficio es el PRI"; decía: "¡Porque desde que se fundó el PRI se fundó la corrupción, el despotismo, el amiguismo, el influyentismo, el trinquete, los sablazos, los impuestos criminales y anticonstitucionales...!". El Palillo jamás se dejó "maicear" o "chayotear"; con sus personales ganancias construyó parte de la Ciudad Deportiva "Magdalena Mixhuca"; hoy un estadio lleva su nombre.
Me hubiera gustado escuchar al Palillo (hace casi 25 años que murió) analizar la actual situación nacional; ésta que están investigando la Auditoria Superior de la Federación y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHyCP. Seguro llegaría a descubrir que siempre tuvo la razón, que tristemente, como él aseveró: "México, es el campeón mundial del hurto" que "los mejores rateros del mundo están aquí en México". "Aquí hasta a san Diógenes le robaron la lámpara con la que buscaba un hombre honesto". Por décadas el Palillo denunció a los corruptos y nadie le hizo caso, al mexicano común y corriente sólo le quedaba reírse y burlarse, pero los políticos se protegían entre sí. Primer auditor e investigador de la corrupción oficial: "Honor a quien honor merece"
Ahora estamos husmeando los horrores de la corrupción en el sexenio pasado; los acusados, en ese cinismo que tanto él criticaba, se quejan de jueces y ministerios, se sienten acosados, intimidados y hasta ofendidos como si fuesen inocentes. Buscan incluso el indulto internacional, culpan a otros de sus latrocinios y niegan su participación real y comprobable. Son inocentes víctimas de una ciudadanía que clama justicia. Priva el principio muy arraigado entre los políticos de todos los partidos: "No sabes lo que ganas cuando pierdes la vergüenza y te olvidas de la dignidad".
El Palillo denunciaba por suposiciones, claras, evidentes, pero nunca comprobadas, menos aún investigadas y jamás castigadas. Ahora ya la Auditoria Superior de la Federación lo hace con base en exploraciones precisas y se descubre el uso de fondos sociales dedicados a beneficios personales de políticos; incluidos varios expresidentes; recursos del erario e incluso, malversación de fondos recibidos del extranjero para ayuda a damnificados. Existen responsables leoninos quienes decían buscar acabar con la pobreza y lo que saciaron fue su hambre de poder y riqueza. Por ejemplo, De qué habla el abogado del Chapo cuando menciona acuerdos con Osorio Chong y amenaza con demostrarlo. Mexico ha sido y tristemente es botín de cualquiera; ahora de varios de Morena que ya sacaron el cobre, ¿Será cierto que AMLO está dispuesto a perseguir incluso a sus amigos? pues ya es hora. ¿Alcanzará la 4T a sus propios legisladores y funcionarios? ¿Cuál es realmente el tamaño de la corrupción? ¿Y el video de Lozoya?
Nuevas versiones de las obras denunciantes de aquel entonces podrían resurgir ahora adaptándoles nombres: "Agárrenla por cleptómana"; "La impunidad S.A."; "Cuna de empresas fantasmas"; "Retrato de una maestra estafada" "Adiós casa blanca mía"; "Coahuila y su familia saqueadora"; "La alquimia de Duarte"; "No tiene la culpa Genaro, sino quien lo hizo ministro"; "Las víboras negras y tepocatas usan botas"; "El partido del beodo"; "La caída del chayote"; "Elecciones o medicinas"; "El amancebamiento de los Markos Morenos"; "Apretando y cantando" dedicado a Rosario, Lozoya y Collado, coreografiada por Duarte. "Congelando cuentas y soltando el llanto"; "Necedad y otros datos"; "El senado es mío, mío, mío"; "Manda milagrosa de Santa Lucía" e infinidad de muchas otras parábolas que el ingenio mexicano acogería con gusto.