Editoriales

Mirador

Mirador

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

 DIOSITO ESTUVO ANOCHE EN EL POTRERO.

Lo que quiero decir es que llovió en el rancho. Me despertó el pespunte de la lluvia sobre el techo. Había leído algunas páginas del Pickwick, Quijote inglés con su Sancho Panza, Weller, que Dickens inventó, y dormía ya el sosegado sueño que se duerme en Ábrego, ese alejado sitio en la montaña al que no llega el vocerío del mundo. En el camino al rancho hay un punto llamado Puerto de las Maravillas, el más alto en la sierra. Ahí dejo siempre todas las preocupaciones, de modo que estoy en mi casa campesina como en el paraíso.

La misma lluvia que me despertó me arrulló luego y regresé a mi sueño, a mis sueños. Cuando amaneció el nuevo día hasta el Sol estaba húmedo. Las agujas de los pinos tenían hilos de cristal; las acequias iban recitando versos de Francis Jammes. En el espejo del barril del agua las nubes se peinaban, y la tierra despedía aromas de mujer recién bañada.

En pocos días el paisaje se pintará de verde.

Es el color que, dicen, tiene la esperanza.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador lluvia, despertó,  DIOSITO, húmedo.

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas