Prevén un panorama difícil para el ganado en Cuencamé

Luego de la severa sequía por la que atravesó el campo de Durango, especialmente en la zona sur del municipio de Cuencamé, los campesinos que cuentan con algunas cabezas de ganado vislumbran un panorama muy complicado ante la falta de alimento natural en los agostaderos y la poca o nula disponibilidad de recursos económicos para la adquisición de suplemento alimenticio.

En estos términos lo planteó el productor agrícola Vicente Victorio Robles, habitante de la comunidad Cuauhtémoc del referido municipio, tras indicar: “Este año, como sea, ya lo salimos, pero, por ejemplo, ¿qué se les va a dar a los animales si en el ejido de Cuauhtémoc hay dos mil 733 hectáreas y no pueden con la carga animal más que tres o cuatro meses?”.

Añadió que, en una temporada de lluvias normal, había la posibilidad y la capacidad para proporcionarles alimento a los animales de las 10 mil hectáreas que se sembraban en las diversas comunidades de este municipio; sin embargo, dijo, en esta ocasión se carece de recursos de todo tipo para mantener al ganado en las mejores condiciones físicas posibles.

Dentro de este mismo contexto, refirió que, una vez levantada la cosecha de los diferentes productos que se trabajan en las tierras cultivables de este municipio, se le daba paja al ganado, con lo que ya no había necesidad de trasladarlos a los agostaderos a que se alimentaran con el pasto que se genera en las diversas localidades, y de esta forma no se agotaban rápidamente esas tierras.

No obstante, lamentó el entrevistado, en la actualidad, con los agostaderos devastados a causa de la sequía, el problema para la alimentación de los animales se podría agravar conforme avancen los próximos meses, de ahí que se espera que 2020 sea un año “doblemente crítico” para la ganadería si no cambian las condiciones de los agostaderos y si no se otorgan los apoyos que se requieren por parte de las autoridades de Desarrollo Rural.