Editoriales

De Política y Cosas Peores

De Política y Cosas Peores

ARMANDO CAMORRA

ARMANDO CAMORRA

¿Qué hace ese hombre abajo de la cama? -le preguntó don Cornulio a su mujer cuando la vio en el lecho sin ropa alguna encima (la mujer, no el lecho), las sábanas en desorden y un sujeto escondido bajo el mueble-. Contéstame, vulpeja inverecunda, mesalina impúdica: ¿qué hace ese hombre abajo de la cama?". "No lo sé -respondió calmosamente la señora-. Cuando tú entraste estaba arriba". El médico le informó a Babalucas: "Su hijito nació bien, señor, pero está un poco bajo de peso". "¿Y qué quería usted? -se molestó el tontiloco-. Mi esposa y yo apenas tenemos tres meses de casados". Aquel boxeador había visto ya pasar sus mejores años sobre el ring. Le pidió con vehemencia a su manejador: "¡Consígueme una pelea con Kid Groggo! ¡Estoy seguro de que le puedo ganar! ¡Consígueme una pelea con Kid Groggo!". "¡Joder! -respondió molesto el mánager-. ¿Cuántas veces tendré que repetirte que tú eres Kid Groggo?". Simpliciano, joven varón sin ciencia de la vida, casó con Pirulina, muchacha sabidora. Al empezar la noche de las bodas le preguntó, solemne: "¿Eres virgen?". "¡Por favor, Simpli! -se impacientó Pirulina-. ¿En una noche como ésta te vas a poner a hablar de religión?". El doctor Ken Hosanna le dijo a su linda paciente: "Le tengo una buena noticia, señora". "Señorita" -lo corrigió ella. "Ah -se corrigió entonces a sí mismo el médico-. Entonces le tengo una mala noticia, señorita. Está usted embarazada". "No puede ser -objetó la muchacha-. Lo único que hacemos mi novio y yo es mirarnos". "Entonces -concluyó el facultativo- eso significa que tiene usted los ojos muy abiertos y su novio la mirada muy penetrante". El maestro de Historia Contemporánea les indicó a sus estudiantes: "El próximo jueves les pondré un examen sobre el período presidencial de Clinton. Desde luego el examen será oral". El curita recién ordenado le pidió al padre Arsilio que lo oyera confesar y le dijera luego su opinión acerca de la forma en que impartía el sacramento de la reconciliación. Después de oírlo actuar en el confesonario el veterano sacerdote le dijo al neófito: "No lo haces tan mal, hijo, pero te sugiero que cuando alguien te confiese un pecado grave exclames: '¡Virgen Santísima de Guadalupe!', '¡Santo Cielo!' o '¡Jesús, María y José!', y no: '¡Uta!', '¡En la madre!' y '¡Ah cabrón!'". Susiflor le contó a su vecina: "Anoche mi marido llegó del trabajo con el ánimo caído, pero lo llevé a la recámara y se lo levanté". Don Poseidón, labrador acomodado, asistió a una cena de gala en la ciudad. A su regreso le contó a su esposa: "Me tomé seis o siete vasos de una bebida que se llama güisqui, y eso me hizo contarles a los invitados mis pleitos en el palenque y la cantina. Un mequetrefe se permitió poner en duda mi hombría, y entonces me puse en pie y me saqué una cosa que les demostró a todos los presentes que soy hombre". "¡Santo Dios! -se consternó la señora-. ¿Qué te sacaste, Poseidón?". Contestó el ranchero: "Mi credencial del IFE". Un sacerdote maya le sugirió a su colega: "¿Qué te parece si en vez de tocar los tambores y luego arrojar las doncellas al cenote ahora le hacemos al revés?". Pepito le preguntó a su papá: "¿Qué es pene?". "Ya estás en edad de saberlo -respondió el padre-. Esto es pene". Y así diciendo le mostró su parte de varón. Poco después el señor estaba leyendo el periódico en la sala y oyó por la ventana del jardín el diálogo que sostuvo Pepito con su pequeño vecino Juanilito. Le dijo: "Ya supe qué es un pene". Juanilito preguntó, curioso: "¿Qué es?". Pepito entonces le mostró el suyo y le dijo: "Es como éste, pero un poco más chiquito". FIN.

Escrito en: De Política y Cosas Peores luego, "¿Qué, Pepito, entonces

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas