A veces nos esforzamos demasiado porque nos amen, cuando en realidad quien vaya a amarte, te amará con los senos y glúteos que tengas, ya sean grandes o pequeños, con tu nariz imperfecta, sin abdomen plano, con la altura que tengas, sin maquillaje y hasta despeinada, no cabe duda de que somos de quien encuentra en nuestro desastre su felicidad.
Y es que la persona que te ame no lo hará por tu físico, lo hará por la belleza que hay en ti, a nadie tienes que convencer, donde no pidas nada y te lo dan todo, ahí es, donde todo sea mutuo, ahí es. Siempre se puede volver a empezar, pero lo más importante es empezar por dentro y así cuando menos te lo esperas, aparece alguien que vale la pena conocer, a veces encontramos lo que andamos buscando y muchas otras encontramos cosas mejores, el amor nunca es el problema, el problema es tu resistencia al amor, el amor aflora de inmediato en cualquier mente que en verdad lo desee, pero tienes que víbralo de verdad.
Elegir un buen compañero de viaje, es como una receta de alta cocina, debes escoger cuidadosamente los ingredientes para que los platillos sean atractivos, ricos, saludables, de otra manera acabarás desnutrido.
Nunca hay que ir con hambre al súper o acabarás metiendo al carrito comida chatarra. Elije una pareja que te lleve al gimnasio del alma, que te rete, no la que te pone en una situación de comodidad, inscríbete en una relación que te empuje a crecer, que aprecie cada cosa que le das, elije una pareja que te deje más increíble, que te ayude a ser más de lo que ya eres, entrégate a alguien que sume a tu vida, no solo que te quiera, si no que sepa querer bonito, las personas cuando son amadas de la manera correcta simplemente resplandecen.
El amor verdadero no es la causa de un matrimonio entre dos personas, el amor verdadero es el resultado de trabajo diario, esfuerzo y crecimiento. La pareja es la única relación que tu escoges, el prejuicio dice que es para toda la vida, pero la realidad es que dos personas juntas, solo pueden estar mientras ambas se sientan comprometidas, y el compromiso se aviva a diario. La clave de que una relación funcione son dos corazones involucrados. "Roma no se hizo en un día", la unión de pareja se basa en un trabajo amoroso diario, para formar algo grande, se ponen los cimientos, y no se da sin disciplina y atención cuidadosa por parte de los dos, las relaciones buenas no suceden, nosotros las creamos, construir una relación viva es de gente despierta.
El éxito en la relación de pareja depende de jamás dar por sentado el amor, sino cultivarlo con atención y esmero. Las relaciones de pareja van de la mano del ensayo y error, bueno siempre y cuando el error no sea todas las veces el mismo. Querer cambiar a nuestra pareja, o desear que cambie es faltar al amor y al respeto. Amar es invitar al otro a volar, tu pareja es para conocerla, no para querer cambiarla. Entregar el corazón no significa entregar la llave que lo abre, que lo cierra y que lo pisa a su antojo, si quieres dar todo por amor vete de misiones o arma una fundación, hazte responsable de tu vida, no esperes que el otro te llene tus propios vacíos, una relación madura requiere que cada quien llegue en su propia bicicleta y que sean lo suficientemente maduros para poder mantenerse sobre sus propios pies, primero que nada, se la persona que quieres en tu vida. Calza los zapatos de tu pareja, comprende su mundo, uno de los objetivos dentro de la pareja es hacerse cómplices en la misión de hacerse felices.
Toda relación cuando comienza nos tiene en las nubes, vivimos momentos mágicos, sentimos mariposas con cada llamada o mensaje, el mundo se detiene cuando lo ves, los días tienen un brillo especial. Pero, como en cada proceso, llega un punto en que empezamos a vivir la relación desde otro lugar y se vuelve parte de la vida cotidiana, es ahí cuando tenemos que plantearnos, si vamos por el camino correcto, ese que nos permite ser la mejor persona que cada uno puede ser. Si tu relación te da tranquilidad, te abre puertas, facilita tu existencia y la hace más llevadera, despierta ternura, deseo, genera madurez y crecimiento, te convierte en mejor persona, si te toca el alma... ¡Felicidades! Has encontrado un buen amor ¡cuídalo!.