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Las Gaitas de Santiago

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SOFÍA GAMBOA
"Todos queremos progreso, pero si estás en el camino equivocado, progreso

Significa hacer un giro y caminar hacia

El camino correcto; en ese caso, el hombre que gira lo más pronto posible es el

Más progresivo."

— C.S. Lewis

Este 26 de septiembre se cumple un año de mi llegada a Santiago. Alegría y nostalgia se resumían en la música emitida por unas gaitas que conducían a la Plaza del Obradoiro. ¿Cómo con ese místico sonido podrías crear conclusiones de un viaje tan inexplicable y a la vez analizar la importancia de aumentar el turismo rural con sentido social en mi querido país?

Después de caminar 830 km., de los 2,837 km que se compone el Camino de Santiago en sus diferentes rutas, estaba ahí. A pesar de lo contenta que estaba, la nostalgia recorría todo mi ser. ¿Qué haría los siguientes días? ¿Cómo sería mi vida después del Camino? ¿Cómo reaccionaría mi cuerpo sin meterle esos shocks de 30 km. por día? ¿Qué pasaría con todos aquellos que fui conociendo y que probablemente jamás volvería a ver?

La ruta es de esos viajes inolvidables que recordarás casi todos los días de tu vida. Uno piensa al iniciarla que hará el Camino. Sin embargo, el Camino se vive y es éste el que te hace. Demuestras ganas de vivir, determinación, solidaridad, confianza en sí mismo y en los demás.

En 2018 fuimos 327,378 peregrinos que realizamos dicha travesía a lo largo del año. Esto equivale a más de seis veces el maratón de Nueva York. De los cuales 93% lo hicimos caminando, 6% en bicicleta, 0.1% caballo, 0.04% en vela y 0.02% en sillas de rueda.

El Camino es turismo con inclusión social, conciencia, respeto a nuestro medio ambiente y mucha acción colectiva. Son esos atributos los que llevan a los peregrinos de todo el mundo a acudir. Todos con un propósito personal, pero con la misma meta: llegar a Santiago. Entre todas las personas que conocí me conmovieron los amigos jubilados tratando de buscar el nuevo significado de su vida; el señor que hizo el Camino honrando a su difunto hijo, quien quería hacer el Camino regresando de la guerra de Afganistán, pero el cual ya jamás regreso; la señora de Costa de Marfil que se quejaba terriblemente por las sequías de su país aduciendo que la culpa era de las políticas yanques y la Cumbre de París.

La inclusión también se refleja en las personas que padecen de discapacidad física y mental. Encontré héroes en sillas de rueda haciendo el camino. También observé caminando a la Fundación de Síndrome de Down de Madrid.

El Camino es ordenado. Continuamente se presentan proyectos con el fin de mantener los senderos limpios, con la colaboración de los peregrinos, albergues, hospitaleros, asociaciones, empresas privadas y administraciones públicas.

Esta ruta incentiva el mercado interno otorgando descuentos mediante la Credencial del Peregrino. Los albergues privados son generalmente pequeñas inversiones familiares. Los restaurants sirven el plato del peregrino, con marcas locales de comida y vino del norte de España. Empresa, academia y gobierno buscan colaborar continuamente en aras de mejorar el Camino, inclusive Correos, la oficina postal tiene un servicio exclusivo para el peregrino, en el cual puedes mandar cosas con antelación a un buzón de Santiago. El turismo rural en el Camino levanta aproximadamente 325 millones de euros por año en esta actividad.

La historia reciente del Camino nos habla de voluntarios desinteresados adecuándolo para un transitar seguro. Este caso de éxito ha ocasionado también que se recuperen un gran número de rutas históricas por asociaciones de voluntarios, tanto en España como en otros países europeos. De esta manera, para finales de la década de 2010 una extensa red de 286 caminos se encuentran catalogados y recorren un total de 80 000 km en 28 países. Lo que ha dado lugar al auge del turismo rural y de aventura.

Esta planificación ha ayudado a muchas de las poblaciones por las que se atraviesa, siendo inclusive para algunos pueblos el único sustento. Si no fuera por esto, las localidades habrían caído en el olvido y la despoblación.

El buen trazo de las etapas, las oficinas de apoyo e información a los peregrinos, la amplia bibliografía y mapeo de la zona, así como una señalización constante hacen del Camino un producto turístico seguro y confiable.

Hoy por hoy, la geolocalización, realidad aumentada e información en tiempo real acompaña a los peregrinos aliándose en una experiencia donde espiritualidad, cultura y turismo van de la mano. Existen aplicaciones para ver mapas, reservar albergues, comunicarte con más peregrinos, guardar imágenes, recoger tu mochila, encontrar fuentes de agua, ver el clima.

Mientras nuevas maneras de hacer turismo resurgen a nivel mundial, México no ha estado ajeno a una realidad de colonialismo turístico. Se han privatizado más del 32% de los 11,000 km. de nuestros litorales. Los mexicanos luchamos por un muro que divide a dos naciones, implantando vallas de seguridad en las playas mexicanas para nuestros conciudadanos. No se puede rechazar la xenofobia con clasismo. El turismo debe de ser la herramienta de la reconciliación social que tanto requiere el país y debe de ser siempre progresivo, apoyándonos de la tecnología.

Debemos girar y caminar hacia el camino correcto, para convertir nuestra rica naturaleza en una ventaja competitiva dentro del turismo rural. ¡Buen Camino!

@GamboaSofia

Escrito en: Singularidad económica Camino, turismo, rural, Santiago.

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