Reorganizan gasto del campo, señalan
El siglo de durango
Ante las críticas de algunas organizaciones campesinas y legisladores por el recorte del presupuesto al campo previsto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para el ejercicio 2020, es importante que la sociedad rural conozca el impacto de los programas del Gobierno Federal, que están orientados a reducir las enormes desigualdades sociales, económicas y tecnológicas que existen en el sector rural, según la opinión de Roberto Delgado Gallegos, especialista en el sector agropecuario.
El entrevistado añadió que, de acuerdo con las políticas del nuevo Gobierno, se observa que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) está impulsando para el año próximo una reorganización y priorización del gasto público, a fin de que los recursos se canalicen a los productores sin ningún tipo de intermediación, es decir, los apoyos se están transfiriendo directamente de la Tesorería de la Federación a cada beneficiario.
Durante los últimos 20 años, el presupuesto al campo registró un incremento constante que, lamentablemente, no se reflejó en un mejor nivel de desarrollo y bienestar de los pequeños y medianos productores; al contrario, hubo un gran derroche de recursos, una escandalosa corrupción y abandono de la infraestructura. Simplemente, se observa que el 70 por ciento de los invernaderos se encuentra en total abandono, ilustró el informante.
A pesar de los grandes montos del presupuesto al campo, enfatizó, los ingresos rurales estuvieron estancados, creció la dependencia alimentaria, bajó el crecimiento del sector y la productividad también estuvo estancada. Por ejemplo, dijo, los rendimientos en frijol han sido los mismos desde hace 15 años.
De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el ingreso medio rural per cápita en 1992 era de mil 995 pesos por mes, mientras que en el año 2016 fue de dos mil pesos por mes, compartió.
El experto indicó además que la balanza comercial agropecuaria ha registrado su mayor crecimiento a partir de 2016, cuando el presupuesto al campo comenzó a disminuir. Casualmente, subrayó, cuando más recursos se han destinado al sector es cuando más aumentaron las importaciones (actualmente somos el primer importador de maíz y el segundo de leche).
Por muchos años, señaló Delgado Gallegos, los recursos públicos se canalizaron para la adquisición de bienes privados de unos cuantos, y no a bienes públicos; y la gran cantidad de programas benefició sólo al 10 por ciento de los grandes productores.
Por eso ahora se observa que los subsidios se canalizan principalmente a los productores que durante décadas fueron excluidos, para poder revertir la miseria, inseguridad y abandono en el campo que dejó el modelo neoliberal, concluyó refiriendo.
EL SIGLO DE DURANGO