Decomisan más de 600 cigarros electrónicos

La Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised) aseguró en la ciudad de Durango más de 600 aparatos que se usan como cigarros electrónicos aunque no existen estudios reales de que se puede dejar de fumar.

Fernando de la Mora, director de la Coprised, señaló que el operativo se realizó durante todo el miércoles en varios establecimientos de la ciudad capital y centros comerciales para retirar todos estos aparatos que sirven como cigarros electrónicos o vapeadores.

Explicó que es ilegal el tener este tipo de productos a la venta sobre todo porque la gente los compra con la idea de que ayudan a dejar de fumar, pero aclaró que no existe en todo el mundo un estudio oficial y claro de que en verdad logran ese objetivo.

Incluso Fernando de la Mora aclaró que se ha comprobado que la sustancia que emiten estos cigarros electrónicos es tóxica y llega a las vías respiratorias e incluso, pueden ser sustancias cancerígenas que en vez de ayudar a dejar de fumar, provocan un problema mayor.

El operativo realizado arrojó más de 600 productos, entre los cigarros electrónicos, vapeadores, accesorios, sustancias o líquidos que contienen nicotina, glicerina, saborizantes y otras sustancias químicas.

La mayoría de éstos aparatos son de origen asiático, principalmente chinos y permanecerán un tiempo en la Coprised por si alguno de los dueños de los establecimientos decide interponer alguna demanda para que se les sean regresados.

"Si demuestran que tienen razón y que sí se pueden comercializar, entonces los devolvemos", comentó el funcionario, pero en el caso de que no exista demanda o que un juez le de la razón a la Coprised, todos estos aparatos se van a destruir.

Esto, señaló el director de la dependencia, con el fin de evitar la venta al público de éstos aparatos.

Sin embargo, dejó en claro que estos operativos continuarán con el objetivo de evitar que sigan existiendo éste tipo de aparatos en el mercado porque cada vez se estaban haciendo más populares.

Estos aparatos para dejar de fumar trabajan con una resistencia alimentada con una batería que genera el vapor de la sustancia misma que es impulsada con fuerza a las vías respiratorias donde se alojan y al ser tóxicas, hacen daño al cuerpo.